Aprende a perdonarte a ti mismo

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Una de las trampas mentales más grandes, más improductivas y más auto-destructivas que muchos de nosotros afrontamos es el sentimiento de culpa. Es como si el cerebro no supiera qué hacer con la incómoda sensación de que ese sentimiento está ahí y lo proyecta hacia el interior. No existe un solo ejemplo en el que la auto-culpa sea constructiva. Todos cometemos errores en la vida, algunos más que otros. Pero hay una verdad simple en la vida que vale la pena recordar, todos lo hacemos lo mejor que podemos con lo que sabemos. Así que debemos aprender una lección muy importante en nuestras vidas, debemos aprender a perdonarnos…  aprende a perdonarte a ti mismo.

Y esto no podría ser de otra manera.

Hay un truco, bastante simple de practicar, que puede traer de vuelta a nuestra vida un poco más de auto-compasión. Esto, inevitablemente, conducirá a una mayor tranquilidad, mayor comprensión y a centrarnos en seguir un camino más constructivo para la salud y el bienestar.

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El truco es el siguiente:

Aprende a perdonarte, puesto que nadie sabe nada antes de aprenderlo.

Parece una obviedad, pero es así. No importa lo que hayas hecho,a nadie le sirve recrearse en el sentimiento de culpabilidad. Lo que nos sirve a todos es desplazarnos a un lugar interior de entendimiento y de paz con uno mismo. Desde este lugar somos más capaces de servirnos de manera más constructiva a nosotros mismos e incluso a los demás…

Elisha Goldstein, psicólogo especialista en Mindfulness, cuenta en una reciente publicación:

En Uncovering Happines, mi último libro, comparto una historia muy personal, cuando yo tenía unos veinte años y era increíblemente destructivo conmigo mismo. Y estaba atrapado constantemente en una red de auto-culpabilidad acerca de las cosas que había hecho y que podría haber hecho mejor.

Esto me mantuvo atrapado en un ciclo de vergüenza.

Conforme pasaron los años, he llegado a comprender que, aunque yo creía que lo sabía todo, con la experiencia que tenía en aquel momento y en el lugar en el que estaba, estaba haciendo las cosas lo mejor que pude, nunca podría haber sido otra manera.

Aprende a perdonarte

Aprendí durante ese camino lo que tenía que hacer con el fin de salir de ese atasco mental en el que me había metido, para amarme a mí mismo, con el fin de darme la oportunidad de estar en este mundo de la manera que yo quería ser. Empecé a ser más claro y consecuente con mis valores y tomé medidas para empezar a comportarme conforme a ellos. Al hacer esto experimenté cómo la auto-compasión y un propósito en la vida son antidepresivos naturales, las fuentes naturales de resistencia y confianza en la vida.

Después me convertí en psicólogo y, en años más recientes, me sentí encantado al ver cómo la neurociencia respaldaba esto mismo.

Un pequeño test de auto perdón

Presta atención tu mente, e intenta averiguar sobre qué te estás culpando ahora. ¿Qué dice la voz dentro de tu cabeza? ¿Acaso te dice que no eres lo suficientemente bueno? ¿Es alrededor de tu paternidad, el trabajo, las relaciones, el ejercicio, la dieta, la sexualidad o la vida en general? ¿O tal vez tu mente se «duplica» y te dice que no eres lo suficientemente bueno como para lidiar con el estrés, la ansiedad, la depresión, algún trauma o conductas adictivas?

¿O tal vez simplemente te dice que no estás practicando suficiente la meditación o la compasión?

El hecho es que el perdón es el atajo más rápido para comenzar de nuevo y volver a centrarse en lo que importa. Esto no significa que dejemos de ser responsables, sino de aprender de nuestros errores y liberarnos de la carga para que podamos empezar a ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.

Así que hazte una lista, ¿Sobre qué me estoy culpando? ¿Entiendes que en todo momento estás haciendo lo mejor que puedes con lo que sabes? En vez de culparte a tí mismo por tu historia, aprende de ella, aprende las lecciones y ponlas en práctica en este momento presente para comenzar de nuevo.

Este modo de pensar, este modo de aprendizaje, es el hilo central que te conducirá a descubrir la felicidad.

Perdonarse a si mismo es el pilar básico de la compasión

A lo largo de la historia, diferentes religiones han surgido con un denominador común, el perdón. Aprender a perdonar a los demás es el cimiento sobre el que se erigen todas las filosofías y religiones. Pero hay que tener claro una cosa, no existe perdón sobre los demás si no utilizamos el mismo rasero con nosotros. Si somos generosos con los demás debemos serlo con nosotros. Si cuidamos de los demás, debemos cuidarnos nosotros mismos. Si utilizamos palabras amables con los demás, debemos tratarnos de igual manera…

Si establecemos esta justicia en nuestra forma de vida, la compasión hacia los demás será totalmente pura, no existirá una incongruencia en nuestra mente, una disonancia cognitiva. Si queremos llegar a ser compasivos no existe otra manera más que ser compasivos con nosotros mismos. Y no, esto no tiene nada que ver con el egoísmo, o con el «yo primero». Puesto que se trata de bondad, y la bondad debe ser nuestra forma de actuar con todos los seres ¿cómo no serlo con nosotros mismos?

Una vez que nos hayamos perdonado a nosotros mismos, habremos dado un salto de calidad en nuestra vida. Habremos sido capaces de superar problemas, de derramar la compasión hacia nuestros errores del pasado y seguir hacia delante con nuevas fuerzas. Esto no está al alcance de todo el mundo. Y es una gran lección para todas las personas, se necesita mucha fortaleza para poder hacerlo, pero se puede, sin duda alguna.

No existe mayor enemigo que nosotros mismos

No tenemos adversarios, si queremos mejorar no tenemos que competir con otra persona, simplemente ser mejor que el «yo» de ayer. Si decidimos hacernos daño, estaremos perdiendo la partida de la vida. Si decidimos cuidarnos y perdonarnos, estaremos en el camino correcto. Si queremos cuidar y perdonar a los demás, habremos asentado las bases de un nuevo camino.  El camino de la superación personal y de la compasión hacia todos los seres vivos.

Cuídate, perdónate. Siempre, no lo olvides.

 

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