El momento presente

momento presente

El momento presente es el único instante que existe. El pasado ya se fue, el futuro aún no ha llegado y todo, absolutamente todo, pertenece al momento presente. Tanto en el pasado como en el futuro estás en el «ahora», no existe nada más, solo presente. Debemos dejar de preocuparnos por el pasado o por lo que va a llegar.

Ahora estamos bien, tenemos salud, no necesitamos nada más. ¿Por qué preocuparnos? Si nos preocupamos por el porvenir jamás estaremos en el tiempo actual. Cuando piensas en algún recuerdo del pasado, estabas en ese momento en el presente, cuando vayas al día siguiente a trabajar, también estarás en el presente. No existe realmente ni pasado ni futuro. Todo es un continuo presente.

Como vivir el momento presente

Hay que repetirlo constantemente, es arduo pero realmente no hay otra manera de entenderlo. Ese momento presente es el que nos hace vivir de verdad, párate a pensarlo, ¿Cuánto tiempo de cada día pasas con el piloto automático? Mientras conduces de tu trabajo a casa, tu mente está pensando en lo que vas a cenar cuando llegues, o cuando haces cualquier actividad monótona te pasa lo mismo, siempre. Esa es la realidad, pasamos poco tiempo en el «aquí y ahora», por mucho que nos duela reconocerlo, pasamos poco tiempo «vivos». Cuando haya pasado mucho tiempo de nuestra vida ¿A qué ventanilla iremos a reclamarlo?

La meditación y el momento presente

La meditación es una forma de entrenarnos para vivir el presente, pero debemos ir más allá. Sentir el viento cuando salimos a la calle y oler la humedad del aire. Sentir el volante del coche al conducir. Sentir el agua de la ducha por todo nuestro cuerpo. Sentir como el agua se desliza por nuestras manos cuando nos las lavamos. Respirar profundamente antes de contestar a una llamada telefónica. Sentir como los pies «besan» el suelo cuando damos un paseo… Existen infinidad de momentos para vivir el momento presente. No tiene nada que ver con el tiempo de reloj, es tiempo consciente.

Los ejemplos pueden ser muchos, sin embargo dejamos escapar la oportunidad, constantemente. Pero si nos fijamos bien, veremos como el resto de seres vivos sí están en el presente. Cuando te adentras en un bosque sientes como si en la naturaleza se parara el tiempo. Para un árbol no existe el ayer ni el mañana, todo es ahora. Igualmente ocurre con los animales, no se preocupan por mañana, solamente ahora. Disfrutan simplemente como podemos ver en el siguiente vídeo:

Como dice Eckhart Tolle:

Cuando pierdes el contacto con esa quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Y cuando pierdes contacto contigo mismo, entonces estarás perdido en el mundo. Cuando te haces realmente amigo del momento presente y lo abrazas de verdad, te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el Ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas.«

Formas para vivir el momento presente

Cuando una persona se encuentra en peligro, suele contar que el tiempo transcurre de una forma más lenta. Biológicamente tiene un significado, el cuerpo deja de prestar atención a las cosas superfluas y se centra en lo realmente importante, el momento presente. Por eso después de pasar una situación arriesgada tenemos esa sensación.

Los monjes budistas saben esto desde hace siglos, por ello algunos llevan su cuerpo hasta condiciones muy precarias para llegar a esta sensación. Por ejemplo, ayunos prolongados, vivir y dormir en sitios realmente incómodos, condiciones climatológicas extremas… etc. De hecho existe una practica, denominada Takigyo, que consiste en meditar debajo de una cascada con agua helada.

Takigyo

Cuando el monje entra debajo de la cascada con el agua helada, rapidamente debe adoptar una postura de meditación. Siempre suele ir acompañado de otro monje que supervise que no tenga una muerte dulce, como suelen llamar, porque puede acontecer. El monje que esta debajo de la cascada tendrá de golpe una experiencia sensorial extrema, puesto que el cuerpo humano concentrará toda la energía en mantener los órganos vitales adecuadamente y dejará de lado todo aquello de lo que pueda prescindir. Con la mente pasa algo parecido, sin embargo cada practicante tiene una experiencia distinta.

Todos las personas que han realizado este tipo de meditación del momento presente (entre los que me incluyo) coinciden en que la experiencia es mistica. Evidentemente, es una forma de forzar el cuerpo y la mente a llegar a un estado concreto, pero la experiencia puede ser muy reveladora. Sin embargo, como decía anteriormente, hay que tener sumo cuidado, puesta que hay meditadores que no quieren salir de ese estado y literalmente hay que sacarlos para salvarles la vida. También hay personas que cuando quieren salir de la cascada les fallan las fuerzas por lo que es muy importante la supervisión.

Deportes extremos y el momento presente

Hay personas adictas al riesgo. Hablan de la dopamina y es cierto que los neurotransmisores se disparan en estas situaciones. Pero realmente para ellos hay un momento de extasis, un momento Nirvana podríamos decir. Un momento de revelación.

Hay escaladores que no pueden parar y siempre quieren más. Muchos han perdido la vida por ello, pero querían volver a sentir lo que tenían cuando alcanzaban su objetivo. Pasa lo mismo con corredores de ultramaratón ¿quien en su sano juicio correría 100 kilometros seguidos?. Es exactamente lo mismo, llega un momento que no es una cuestión de deporte, sino espiritual. Es cuando el momento presente se transforma en tu única realidad.

En los deportes de combate hay un momento que también se llega a detener el tiempo, los luchadores que son capaces de permanecer en ese momento presente suelen tener más éxito en sus combates. De hecho, las artes marciales tradicionales están totalmente imbricadas con la meditación por este mismo concepto.

Sentir el momento presente

Tener un ritmo de vida tranquilo, elegir amistades con un propósito parecido en la vida, practicar meditación, lecturas reconfortantes, pasar tiempo en la naturaleza, convivir con animales de compañía, hacer retiros de meditación, practicar el silencio, sentir tu cuerpo, atender a tu respiración, escuchar a las personas, la oración contemplativa, etc. Hay muchas formas de vivir el momento presente que están a nuestra disposición pero que normalmente dejamos pasar. Para siempre.

 

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