El significado de un Mandala

Mandala
En colaboración con el escritor Rafael Tellez, autor de Peregrinos de Shambala me gustaría compartiros un artículo muy interesante acerca de su experiencia en el Tibet. Allí descubrió muchos interrogantes que le atormentaban desde hacía años y, por supuesto, se embriagó de la cultura tibetana. Aprendió cuestiones tan profundas como el verdadero significado de un Mandala. Sin más preámbulos os dejo con el escrito de este incansable buscador.

Mandalas Budistas

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Queridos lectores: hoy comparto con vosotros una experiencia muy interesante que me ocurrió en Dharamsala. Dharamsala es una ciudad al norte de India, en los Himalayas. Allí descubrí el significado de un Mandala.

Dharamsala significa refugio, y acoge a Tibetanos exiliados de su país a causa de la represión comunista china. En Dharamsala se respira una ambiente especial: son habituales las banderas de oración tibetanas, los rasgos asiáticos y los grupos de monjes deambulando con sus hábitos color cereza.

Si en Dharamsala el ambiente es bastante tibetano, en McLeod Gangj se respira Tibet por los cuatro costados. McLeod Gangj es de hecho un pequeño Tibet en el exilio. En él se encuentra la sede donde reside el Dalai Lama. Es precisamente en el templo principal del Mc Leod Gangj donde pude observar la creación de un Mandala por parte de un grupo de monjes que, minuciosamente iban dejando caer finos trazos de arena coloreada.

¿Qué significa un Mandala?

El mandala representaba la enseñanza de Kalachakra, una de las enseñanzas más elevadas y esotéricas del budismo tibetano gira en torno al concepto de paso del tiempo y de los sucesivos ciclos, en una palabra: trata sobre el concepto budista de impermanencia de todos los fenómenos: las vidas, los pesares, las alegrías, todo pasa, nada es permanente.

Fueron varios los días que me senté a meditar observando a los monjes realizar su trazado, del cual parecía emanar verdadero conocimiento de la geometría sagrada. Un buen día, repitiendo la rutina de acceder al templo y meditar junto al mandala encontré la sala vacía. Pregunté entonces a uno de los monjes y el me respondió con solo dos palabras:-mandala remove. Habían desecho el mandala que con tanta sabiduría y paciencia habían construido, una lección absoluta de impermanencia. Yo ya conocía el hecho de que los mandalas se creaban para destruirlos, aunque solo lo sabía a nivel intelectual, el hecho de presenciar como algo tan bello y complejo podía destruirse en menos de un segundo supuso una lección de Dharma en vivo y en directo.

Después de este testimonio tan interesante, vamos a adentrarnos un poco más en el mundo de los mandalas…

Mandala y el arte

Si alguna vez has estudiado el arte espiritual asiático, es probable que te hayas encontrado con un mandala. Un mandala, que en sánscrito significa «círculo» u «objeto discoide», es un diseño geométrico que tiene mucho simbolismo en las culturas hindú y budista. Se cree que los mandalas representan diferentes aspectos del universo y se utilizan como instrumentos de meditación y símbolos de oración, sobre todo en China, Japón y el Tíbet.

En su forma más básica, los mandalas son círculos contenidos en un cuadrado y dispuestos en secciones que están todas organizadas alrededor de un único punto central. Se producen típicamente en papel o tela, dibujados en una superficie con hilos, moldeados en bronce o construidos en piedra. Aunque son extraordinarios como obra de arte independiente, los mandalas tienen un significado simbólico y meditativo más allá de su apariencia vibrante.

¿Qué es un mandala?

Un mandala es un símbolo espiritual y ritual en las culturas asiáticas. Puede entenderse de dos formas diferentes: externamente como una representación visual del universo o internamente como una guía para varias prácticas que tienen lugar en muchas tradiciones asiáticas, incluida la meditación. En el hinduismo y el budismo, la creencia es que al entrar en el mandala y proceder hacia su centro, se le guía a través del proceso cósmico de transformar el universo de uno de sufrimiento a uno de alegría y felicidad.

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Mandala tibetano. Vendido por 320.000 euros a través de Sotheby’s (diciembre de 2018).

Una breve historia de los mandalas

Siddhartha Gautama, el fundador del budismo, nació en la región ahora conocida como Nepal. Aunque no hay una fecha confirmada de su nacimiento, los historiadores creen que fue alrededor del año 560 a.C. Se entiende que Gautama dejó su reino después de tomar conciencia del sufrimiento humano, donde buscó alcanzar la iluminación a través de la meditación y la acción reflexiva. Empezó a predicar su filosofía en algunas partes de la India, donde ganó devotos seguidores y finalmente estableció la primera sangha, la comunidad de monjes budistas.

A medida que estos monjes budistas recorrían la Ruta de la Seda, una antigua red de rutas comerciales que conectaba Oriente y Occidente, llevaron el budismo a otras tierras. Llevaron mandalas con ellos y llevaron la práctica de pintar estas composiciones espirituales a otras partes de Asia, apareciendo en regiones como el Tíbet, China y Japón en el siglo IV. Aunque arraigados en el budismo, los mandalas pronto se hicieron presentes en el hinduismo y otras prácticas religiosas. Los pintores del oficio espiritual eran a menudo laicos piadosos, que eran comisionados por un patrón. Trabajaban sentados en el suelo con un cuadro apoyado en sus regazos o delante de sus piernas cruzadas.

Tipos de Mandalas

Hay varios tipos de mandalas que se encuentran en diferentes culturas y se utilizan para una multitud de propósitos, tanto artísticos como espirituales. A continuación se presentan tres tipos principales de mandalas y cómo se utilizan.

1. Mandala de enseñanza

Los mandalas de enseñanza son simbólicos, y cada forma, línea y color representa un aspecto diferente de un sistema filosófico o religioso. El estudiante crea su propio mandala basado en principios de diseño y construcción, proyectando una simbolización visual de todo lo que ha aprendido. Los mandalas de enseñanza sirven como coloridos mapas mentales para sus creadores.

2. Mandala de curación

Los mandalas de curación son más intuitivos que los de enseñanza, y están hechos para el propósito de la meditación. Los mandalas de curación están pensados para proporcionar sabiduría, evocar sentimientos de calma, y canalizar el enfoque y la concentración.

3. Mandala de arena

Los monjes budistas y las culturas navajo han usado durante mucho tiempo los mandalas de arena como un elemento tradicional y religioso. Estos intrincados diseños utilizan una variedad de símbolos hechos de arena de colores que representan la impermanencia de la vida humana.

Simbolismo en los mandalas

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Mandala de Chakrasamvara. Vendido por 4.750 dólares a través de Bonhams (junio de 2016).

 

Dentro de sus intrincados patrones circulares, puedes encontrar símbolos comunes en todos los mandalas. Tradicionalmente, incluyen la presencia de la mente de Buda en una forma abstracta, más comúnmente representada como una rueda, árbol, flor o joya. El centro es un punto, que es un símbolo considerado libre de dimensiones. Se interpreta como el punto de partida, el comienzo de la contemplación y la devoción a lo divino. A partir de ahí, el punto está rodeado por líneas y patrones geométricos que simbolizan el universo, rodeado por el círculo exterior que representa la naturaleza cíclica de la vida.

Símbolos dentro del mandala

Rueda con ocho rayos:

La naturaleza circular de una rueda funciona como una representación artística de un universo perfecto. Los ocho rayos representan el Sendero Óctuple del Budismo, un resumen de las prácticas que conducen a la liberación y el renacimiento.

Campana:

Las campanas representan una apertura y vaciamiento de la mente para permitir la entrada de la sabiduría y la claridad.

Triángulo:

Cuando están orientados hacia arriba, los triángulos representan la acción y la energía, y cuando están orientados hacia abajo, representan la creatividad y la búsqueda del conocimiento.

Flor de loto:

Un símbolo sagrado en el budismo, la simetría de un loto representa el equilibrio. Así como el loto sube desde el agua a la luz, también lo hace un humano que busca el despertar espiritual y la iluminación.

El Sol:

Una base popular para los modernos patrones de mandala, los soles tienden a representar el universo, a menudo con significados relacionados con la vida y la energía.

Cómo se usan los mandalas

Los mandalas se usan para una variedad de tradiciones religiosas, meditación y contextos modernos. El mandala tradicional tibetano, que se encuentra en el budismo, representa el estado de iluminación de Buda a través del arte de la arena. Los patrones se forman en el suelo usando metal y un pequeño tubo para crear la textura y organización exacta de los granos. La creación de esto puede llevar semanas, y poco después de que se completa, se destruye para alinearse con la creencia budista de que nada es permanente.

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Monje budista haciendo un mandala de arena.

 

En relación con el contexto moderno, los mandalas se utilizan de varias maneras. En el yoga, los mandalas representan los mismos ideales antiguos; significan un espacio sagrado para encerrar las influencias externas. A menudo, los mandalas se colocan alrededor del estudio y a veces incluso se dibujan durante los períodos de meditación. Del mismo modo, el arte del mandala se utiliza en círculos de curación, una práctica que deriva de los nativos americanos. Los círculos se asocian a menudo con la restauración del cuerpo, la mente y el corazón.

Los mandalas también se han encontrado en los atrapasueños como un medio para proteger al individuo que duerme. Un artículo popular en las culturas occidentales, se puede identificar fácilmente la forma y los patrones de un mandala en la mayoría de los atrapasueños.

Un símbolo espiritual en el arte asiático, los mandalas se han convertido desde entonces en un elemento popular y meditativo para una variedad de culturas diferentes. En las culturas hindúes y budistas en particular, los mandalas y los thangkas sirven como representación del universo y como guía en el camino hacia la iluminación. Desde entonces hemos visto el diseño geométrico aparecer en estudios de yoga, atrapasueños, círculos de curación y otras prácticas meditativas. El hábito de crear y coleccionar mandalas es una práctica transformadora que pretende restaurar la paz y la sabiduría interior.

Meditación con un Mandala

Querido lector: te aconsejo encarecidamente que generes las posibilidades para poder presenciar la creación-destrucción de un mandala tibetano. Aunque no se puede comparar con a experiencia directa, os dejo un vídeo de Youtube donde se pueden observar la impermanencia, la plena consciencia de los monjes y la avidez de los occidentales.

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