Donde habita el perdón

el perdón

Históricamente se ha pensado que las cualidades morales de una persona se encontraban en su alma. Una persona era buena, mala, sincera o mentirosa según su forma de ser. Pero cada vez más descubrimos que algunas de esas cualidades residen en una región específica del cerebro. Una investigación reciente aporta nuevos y esclarecedores datos sobre el papel que desempeña un área específica del cerebro en nuestros juicios morales, se cree que es donde reside «el perdón». Cuanto más desarrollada esté, más comprensión mostraremos hacia aquellos que han causado daño involuntariamente.

Un deportista que ha ocasionado una grave lesión a un rival de manera accidental. Un conductor que ha cumplido todas las normas de circulación pero se ha distraído un instante y ha provocado un accidente. O un compañero de trabajo que ha cometido involuntariamente un grave error profesional. Incluso fuera de los juzgados todos hemos estado en situaciones en las que hemos tenido que juzgar a una persona a raíz de sucesos negativos específicos y con arreglo a la gravedad del incidente pero también a las intenciones de esa persona que lo ha causado.

Caminar es bueno para la mente 2Caminar es bueno para la mente

El nuevo estudio, llevado a cabo en la Escuela Internacional Superior de Estudios Avanzados (SISSA, por sus siglas en italiano) de Trieste, Italia, se ha centrado en las áreas del cerebro implicadas en procesos que nos impulsan a perdonar a quienes han creado involuntariamente un grave problema.

 

el perdón

 

La nueva investigación aporta información nueva y esclarecedora sobre el papel que una zona específica del cerebro desempeña en nuestros juicios morales. (Imagen: Indrajeet Patil)

El equipo de Indrajeet Patil y Giorgia Silani examinó específicamente el papel de una parte del cerebro llamada surco temporal superior anterior, y ha descubierto que cuanto mayor sea la cantidad de materia gris (un tipo de tejido cerebral) en esta zona de la corteza cerebral, más probable será que perdonemos a aquellos que han causado daño involuntariamente.

Noticia publicada originalmente en www.noticiasdelaciencia.com

Para saber más: Enlace revista Nature

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