El control del aliento ha sido considerado, desde los primeros tratados del yoga, una de las llaves maestras del equilibrio humano. Respirar de forma consciente no solo oxigena el cuerpo: regula la energía vital, armoniza los hemisferios cerebrales, calma la mente y estabiliza el sistema nervioso. Dentro de las múltiples formas de pranayama, Nadi Shodhana, o respiración alterna por las fosas nasales, ocupa un lugar esencial. Su objetivo es claro: purificar los canales energéticos y restaurar la coherencia entre cuerpo, mente y espíritu.
Durante siglos, los yoguis sostuvieron que la salud y la claridad mental dependen del flujo equilibrado de prana —la energía vital— a través de los canales internos llamados nadis. Hoy la neurociencia y la fisiología moderna empiezan a confirmar esas intuiciones milenarias: la respiración lenta, rítmica y alternada actúa directamente sobre el sistema nervioso autónomo, sincroniza el corazón y el cerebro, y modifica el estado de conciencia.
Nadi Shodhana no es solo una técnica para calmarse; es una forma de reeducar el sistema nervioso, devolverlo a su ritmo natural y restablecer la armonía entre acción y reposo. En un mundo dominado por la estimulación constante, esta respiración representa el arte de regresar al centro.
La esencia del equilibrio
El término Nadi Shodhana se traduce literalmente como “purificación de los canales”. En la fisiología energética del yoga, el cuerpo está atravesado por miles de nadis o corrientes de energía, aunque tres son las principales: Ida, Pingala y Sushumna.
Ida, asociada con la fosa nasal izquierda, representa la energía lunar, femenina, receptiva e intuitiva. Está conectada con el sistema nervioso parasimpático, que promueve la relajación y la recuperación.
Pingala, vinculada a la fosa nasal derecha, simboliza la energía solar, masculina, activa y racional. Se relaciona con el sistema simpático, responsable de la activación y la respuesta al esfuerzo.
Sushumna, el canal central que recorre la médula espinal, representa la conciencia equilibrada que surge cuando Ida y Pingala están en armonía.
El objetivo del Nadi Shodhana es equilibrar esas dos corrientes, permitiendo que la energía ascienda por Sushumna y la mente se vuelva estable y clara. Fisiológicamente, equivale a sincronizar los dos hemisferios cerebrales: el izquierdo, analítico y verbal, y el derecho, intuitivo y holístico.
Cómo practicar Nadi Shodhana correctamente
La técnica es sencilla, pero requiere precisión y serenidad.
Siéntate con la espalda recta y el abdomen relajado. Puedes hacerlo en el suelo o en una silla, siempre que la columna esté erguida.
Coloca la mano derecha en el mudra de Vishnu: el pulgar controla la fosa nasal derecha, el anular la izquierda, mientras los otros dedos descansan suavemente sobre la frente.
Cierra la fosa derecha con el pulgar e inhala lentamente por la izquierda contando hasta cuatro.
Cierra ambas fosas y retén el aire cuatro segundos.
Abre la derecha y exhala contando hasta seis.
Inhala por la derecha (cuatro segundos), retén (cuatro segundos) y exhala por la izquierda (seis segundos).

Esto constituye una ronda completa. Con la práctica, puede aumentarse la duración manteniendo siempre la proporción 1:1:1, 1:1:2 o 1:2:2, según el nivel. Los principiantes pueden empezar con ciclos de 4-4-8 segundos y avanzar hacia 5-5-10 o incluso 6-6-12 conforme el cuerpo se acostumbre al ritmo.
Realizar entre 5 y 10 minutos diarios basta para obtener resultados tangibles en pocas semanas. Lo esencial es la constancia y la suavidad: el flujo debe ser continuo, sin esfuerzo ni ruido.
Los efectos sobre el sistema nervioso
Desde la fisiología moderna, Nadi Shodhana actúa directamente sobre el sistema nervioso autónomo, regulando la interacción entre sus ramas simpática y parasimpática.
Durante la inhalación, el sistema simpático se activa ligeramente; durante la exhalación, el parasimpático predomina. Alternar las fosas nasales acentúa esta oscilación natural, fortaleciendo la flexibilidad del sistema nervioso. Con el tiempo, el organismo aprende a pasar del estado de alerta al de calma con mayor fluidez.
La respiración alterna también estimula el nervio vago, una de las principales vías de comunicación entre el cerebro y los órganos internos. Esta estimulación induce la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor que reduce la frecuencia cardíaca, calma la mente y mejora la digestión. De ahí que muchos practicantes experimenten una sensación de bienestar global tras solo unos minutos.
Estudios recientes han confirmado que Nadi Shodhana incrementa la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), un marcador de resiliencia fisiológica y equilibrio emocional. También se ha observado un aumento de ondas alfa y theta en el electroencefalograma, características de la meditación y la concentración profunda.
Hemisferios cerebrales y coherencia cardíaca
La respiración alterna tiene un efecto asombrosamente preciso sobre la actividad cerebral. Se ha demostrado que respirar predominantemente por una fosa nasal activa el hemisferio cerebral opuesto: la fosa derecha estimula el hemisferio izquierdo (lógico y analítico), mientras que la izquierda activa el derecho (creativo e intuitivo).
Al alternar el flujo, Nadi Shodhana produce una sincronización interhemisférica: ambos hemisferios comienzan a oscilar al mismo ritmo. Esta coherencia cerebral se traduce en una percepción más integrada, mejor toma de decisiones, claridad mental y una sensación subjetiva de equilibrio emocional.
A nivel cardiaco, el patrón respiratorio lento y alternado sincroniza las oscilaciones del corazón y la respiración, un fenómeno conocido como coherencia cardiorrespiratoria. En este estado, las variaciones del ritmo cardíaco se alinean con el ciclo respiratorio, generando una armonía medible entre mente y cuerpo. Las emociones se estabilizan, la atención se expande y el pensamiento se vuelve más eficiente.
Regulación del eje HHA y ritmos circadianos
La respiración tiene un impacto directo sobre el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal (HHA), que controla la respuesta al estrés, el metabolismo y los ritmos circadianos. Cuando el cuerpo respira de forma rápida y superficial, el HHA se mantiene hiperactivado, liberando cortisol de manera continua. Esto conduce a fatiga, insomnio, ansiedad y desregulación hormonal.
Nadi Shodhana contrarresta este patrón al reducir la secreción de cortisol y equilibrar la melatonina y la serotonina, las hormonas del sueño y el bienestar. Su práctica regular, especialmente por la noche, ayuda a restablecer el ritmo natural de vigilia y descanso.
Practicar esta respiración en la mañana activa de manera suave el eje HHA, preparando el cuerpo para la acción, mientras que por la noche lo desactiva progresivamente, induciendo al descanso. En este sentido, Nadi Shodhana funciona como un regulador circadiano natural: un puente entre la energía solar del día (Pingala) y la calma lunar de la noche (Ida).
Dimensión espiritual y psicológica
En la tradición del yoga, Nadi Shodhana no se reduce a un ejercicio fisiológico; es una práctica de purificación interior. La palabra Shodhana implica limpiar no solo los canales energéticos, sino también las impresiones mentales (samskaras). Cada respiración alterna disuelve gradualmente la dualidad interna: razón e intuición, acción y descanso, deseo y aceptación.
Cuando el flujo del prana se equilibra, la mente deja de oscilar entre los polos del pensamiento. Surge un estado de silencio lúcido en el que la conciencia observa sin esfuerzo. Los textos clásicos describen este momento como la apertura del canal central, Sushumna Nadi, donde la energía vital asciende libremente y la mente alcanza un estado de atención pura.
Desde una perspectiva psicológica, este equilibrio se traduce en una reducción de la impulsividad, mayor tolerancia al estrés y una sensación profunda de serenidad. La persona se siente centrada, menos reactiva, más capaz de responder con claridad en lugar de reaccionar por inercia.
Aplicaciones modernas y terapéuticas
En la actualidad, Nadi Shodhana es objeto de estudio en contextos clínicos, educativos y deportivos. Se utiliza como técnica complementaria para:
Reducir la ansiedad y los síntomas de estrés crónico.
Mejorar la atención y la memoria de trabajo.
Favorecer la recuperación del sueño.
Regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Aumentar la tolerancia a la fatiga física y mental.
Optimizar la toma de decisiones en entornos de alta demanda.
Su eficacia se debe a que no actúa sobre un solo sistema, sino sobre toda la red mente-cuerpo. A través de la respiración, modula la química cerebral, el tono vagal, el flujo sanguíneo y la coherencia entre los sistemas neuroendocrino y cardiovascular.
Guía práctica de entrenamiento respiratorio
Duración total: 10 minutos.
Ambiente: tranquilo, con luz suave, espalda recta y ojos cerrados.
Fase 1 – Preparación (2 minutos):
Respira de forma natural, observando el ritmo sin modificarlo. Toma conciencia de las sensaciones en la nariz y el abdomen.
Fase 2 – Respiración alterna básica (4 minutos):
Inhala por la izquierda (4 segundos)
Retén (4 segundos)
Exhala por la derecha (8 segundos)
Inhala por la derecha (4 segundos)
Retén (4 segundos)
Exhala por la izquierda (8 segundos)
Mantén este patrón de forma continua, sin esfuerzo, aproximadamente 6 ciclos por minuto.
Fase 3 – Respiración profunda con ritmo extendido (3 minutos):
Aumenta gradualmente la proporción a 5-5-10 o 6-6-12. Siente cómo la mente se aquieta y el cuerpo se alinea con la respiración.
Fase 4 – Integración (1 minuto):
Deja de alternar. Respira libremente, observando el silencio interior. Permanece inmóvil y deja que la respiración encuentre su propio ritmo.
Recomendaciones:
Mañana: práctica corta (5 minutos) para activar cuerpo y mente.
Mediodía: 2-3 minutos para reducir tensión acumulada.
Noche: 10 minutos con ritmo lento (6-6-12) para inducir calma y preparar el sueño.
Practicado de forma regular, este ciclo entrena al sistema nervioso a sincronizarse con los ritmos naturales del día y la noche, favoreciendo el equilibrio hormonal, la estabilidad emocional y la claridad mental.
Nadi Shodhana: la ciencia del equilibrio interior
Nadi Shodhana une lo fisiológico con lo espiritual. Equilibra hemisferios cerebrales, regula el eje HHA, sincroniza corazón y respiración, y purifica la mente del exceso de ruido. Es una práctica sencilla que encarna una verdad profunda: la armonía no se busca fuera, sino que se respira desde dentro.
Respirar alternando las fosas nasales es más que un acto físico: es un recordatorio de que el equilibrio, la lucidez y la serenidad ya existen en nosotros, esperando ser despertadas con cada inhalación consciente y cada exhalación liberadora.
Fuentes
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23724452
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2020.01631/full
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6145966
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnins.2021.675235/full
https://www.yogajournal.com/practice/nadi-shodhana-pranayama
El Pranayama: Un Enfoque Científico y Práctico







