Postura del cadáver – Savasana

Índice
  1. Los beneficios de Savasana
  2. Retos comunes de Savasana
  3. 5 pasos para una Savasana exitosa

Savasana o (Shavasana) puede parecer una siesta al final de tu práctica de yoga. Pero en realidad es una pose totalmente consciente que apunta a estar despierto, pero completamente relajado. En Savasana, también conocida como postura del cadáver, te acuestas boca arriba y relajas tu cuerpo y mente para que puedas asimilar por completo los beneficios de tu práctica de yoga.

Durante esta postura, cierra los ojos, respira de manera natural y practica la eliminación de la tensión del cuerpo. Idealmente, esta postura dura de 10 a 20 minutos. Sin embargo, se dice que incluso unos pocos minutos de Savasana tienen poderosos beneficios.

Ennio Nimis, uno de los mayores expertos en Kriya Yoga cuenta en su libro que esta postura lo mantuvo literalmente “enganchado” durante meses e incluso años, practicando sin parar llegando a lo más profundo de su psique.

La postura de la montaña – Tadasana

Los beneficios de Savasana

Savasana ayuda a aliviar la depresión leve, la presión arterial alta, los dolores de cabeza, la fatiga y el insomnio, según Yoga Journal. Savasana puede calmar el sistema nervioso y promover la ecuanimidad en todo tu cuerpo. Los músculos fatigados se relajan, los hombros tensos y las mandíbulas se suavizan, y los ojos se calman para reflejar un estado mental más tranquilo.

Retos comunes de Savasana

Esta postura que parece simple es más difícil de lo que puedas imaginar. El cuerpo te puede hacer sentir distracciones que lo convierten en un desafío. Tu cuerpo puede sentir frío, picor o inestabilidad. Savasana ocurre al final de la práctica de yoga para remediar este obstáculo.

Para el momento en que hayas completado las asanas o posturas, tu cuerpo y tu mente deberían estar lo suficientemente cansados ​​como para poder relajarte lo suficiente para Savasana. Piensa en ello como llevar a tu perro al parque o a tu hijo a un parque de atracciones; el camino a casa suele ser el más tranquilo y el más tranquilo del día.

Incluso si tu cuerpo es receptivo al resto, su mente puede interponerse en su camino. Algunos pensamientos comunes que surgen durante Savasana:

  • ¿Cuánto tiempo más estaremos aquí?
  • ¿El tipo de al lado mía está roncando? Esto es vergonzoso.
  • Espero no haber roncado.
  • ¿Qué voy a hacer de cenar cuando llegue a casa?
  • ¿Mi relación de pareja…  está funcionando?
  • Tengo hambre.
  • ¿Qué sentido tiene esto que estoy haciendo?
  • Huelo a mal
  • ¿He apagado el radiador?
  • Tal vez debería dejar mi trabajo

Es normal que la mente intente resistirse a esta relajación profunda. Savasana es el acto supremo de la rendición consciente. Se necesita práctica y paciencia para rendirse fácilmente.

Con el mundo moviéndose tan rápido, cultivar el arte de Savasana es más valioso que nunca. Nuestra sociedad tiende a otorgar mayor valor a la velocidad y la productividad; aprender a no hacer nada es una habilidad que puede ayudarte a ser más productivo cuando lo necesita.

Savasana nos ayuda a aprender cómo rendirnos por completo, dejar de luchar contra el reloj y crear un espacio para la paz y la armonía para llenar el alma. Savasana es como apagar tu computadora cuando está actuando mal. Una vez que lo reinicies, la computadora a menudo tiene una mayor funcionalidad.

5 pasos para una Savasana exitosa

1. Prepárate para el éxito. Estírate en tu colchoneta y asegúrate de que estás completamente cómodo. Use cojines, almohadas, mantas y cúbrete los ojos con una almohada o toalla pequeña. Cuanto más cómodo te sientas, más puedes relajarte. Mientras más relajado estés, más fácilmente te puedes rendir. Cuanto más abierto seas a la entrega, más beneficios recibirás.

2. Toma un último aliento de limpieza. Es probable que tu maestro te pida que tomes una exhalación audible, indicándote a tu cuerpo que se suelte en la postura. Este aliento de limpieza también envía un mensaje a tu sistema nervioso parasimpático para que sepa que es seguro relajarse y ser tal como eres.

3. Escanea la tensión. Mentalmente recorre todas las partes de tu cuerpo y trata de hacerlas más pesadas. Estate atento a la tensión que se esconde en la mandíbula, las sienes, los hombros y las caderas, porque al estrés le gusta acumularse en estas áreas.

4. En este punto, solo limítate a sentir. Algunos días serán más fáciles que otros, y eso es parte de la práctica. Fíjate si puedes estarte quieto, tranquilo, y simplemente confía en que la respiración te llevará al siguiente momento. Estate atento a esos momentos pacíficos de silencio entre los pensamientos. Con el tiempo, se alargarán y encontrarás más tranquilidad interior.

5. Establece un propósito. Antes de salir de Savasana, haz una foto mental de como te sientes en cada nivel. Pregúntate qué te gustaría llevar de tu práctica y qué es lo que te gustaría dejar atrás. Sella estas observaciones en tu psique con una sonrisa interior, y luego disfruta de una inhalación profunda para despertar y emerger en tu día. Ahora tómate un momento para darte cuenta de que te sientes más descansado, despierto y vivo que antes.

Savasana es un tiempo de descanso, pero no un tiempo para dormir. Si tiene tendencia a quedarse dormido, el primer paso es ser compasivo contigo mismo y reconocer que su cuerpo necesita descansar un poco. Con el tiempo, puedes entrenarte para lograr el descanso que necesita mientras permanece despierto.

Si constantemente practicas la calma y te rindes en la colchoneta, será más fácil cuando ya no estés en ella, que es la razón principal por la que todos practicamos yoga. Digamos que es una metáfora de la vida, te entrenas para estar preparado para el día a día.

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