El Cuarto Camino de Gurdjieff
- Paso 1: Comprender la Máquina Humana
- Paso 2: La Autoobservación
- Paso 3: División de la Atención
- Paso 4: No Identificación
- Paso 5: Recordarse a Sí Mismo
- Paso 6: Trabajar con los Tres Centros
- Paso 7: Transformar la Energía
- Paso 8: Luchar contra los Yo's Múltiples
- Paso 9: Trabajar con los Shocks Conscientes
- Paso 10: Despertar la Conciencia
El Cuarto Camino es un sistema espiritual desarrollado por Gurdjieff que se diferencia de otros tres caminos tradicionales (el camino del faquir, del monje y del yogui), ya que busca el desarrollo equilibrado del cuerpo, las emociones y la mente. Es un camino práctico y orientado a la vida diaria, sin necesidad de retirarse del mundo.
Este punto es el más interesante para mi, porque ser un verdadero faquir, monje o yogui no es posible. Son caminos rotos de por si. Todos fueron diseñados en una época en que una persona se podía retirar, vivir de la caridad e incluso abandonar a su familia. Si bien es verdad que algunas personas escogen ese camino hoy día, la vida que ellos viven poco tiene que ver con la nuestra, por ese motivo siempre tendremos que adaptar sus enseñanzas a nosotros y en ese proceso de adaptación nosotros mismos modificamos ese conocimiento. Con el cuarto camino de Gurdjieff no es necesario modificar nada.
Vamos a empezar a exponer los puntos principales del Cuarto Camino, resumiendolo todo lo posible pero sin perder la esencia del mensaje.
Paso 1: Comprender la Máquina Humana
El Ser Humano Dormido
El Cuarto Camino comienza con la premisa de que los seres humanos vivimos la mayor parte del tiempo en un estado de sueño, a pesar de que nos creemos despiertos. Para Gurdjieff, el hombre es una máquina que reacciona de manera automática a estímulos externos, sin verdadera conciencia. Esto significa que nuestras acciones, pensamientos y emociones están predeterminados por hábitos y patrones que hemos acumulado a lo largo de la vida.
Identificación de las Automatizaciones
Gurdjieff sostiene que, para empezar a despertar, debemos reconocer cómo funcionamos de manera mecánica. Este primer paso no se trata de cambiar inmediatamente, sino de observar y comprender nuestra condición actual. Es común que experimentemos la vida como una serie de reacciones automáticas: pensamientos repetitivos, emociones que parecen surgir sin control, y acciones que realizamos sin estar plenamente conscientes de ellas.
Ejercicio:
- Durante un día cualquiera, haz una pausa regularmente y pregúntate: ¿Qué estoy haciendo en este momento? ¿Por qué lo estoy haciendo?. Toma conciencia de cuántas de tus acciones se producen sin que haya una verdadera decisión consciente.
Objetivo: Reconocer que gran parte de lo que haces es mecánico, una serie de reacciones automáticas que no controlas. Este paso es crucial para poder luego avanzar en los métodos para despertar.
Paso 2: La Autoobservación
La Importancia de la Observación Sin Juicio
La autoobservación es el punto de partida práctico en el Cuarto Camino. Esta práctica consiste en observarse a uno mismo de manera imparcial, sin identificarse ni juzgar lo que ve. La autoobservación te permite descubrir tus reacciones mecánicas y comenzar a separarte de ellas, lo que es esencial para el despertar de la conciencia.
Diferencia con la Autoanálisis
Es importante destacar que la autoobservación no es un análisis psicológico. No se trata de juzgar tus acciones o intentar cambiarlas de inmediato, sino simplemente de observar. El análisis tiende a implicar un juicio, mientras que la autoobservación es una observación pura, sin comentarios.
Ejercicio:
- Dedica unos minutos al día a observar tus pensamientos, emociones y acciones en diferentes contextos. Pregúntate: ¿Cómo reacciono ante ciertas situaciones? ¿Qué emociones surgen? ¿Estoy presente en lo que hago?. No intentes cambiar nada, solo observa.
Objetivo: Desarrollar una conciencia más profunda de cómo reaccionas de manera automática y comenzar a notar las partes de ti que suelen quedar fuera de tu conciencia habitual.
Paso 3: División de la Atención
La Capacidad de Estar en Dos Lugares a la Vez
La división de la atención es un concepto central en el Cuarto Camino. Gurdjieff nos enseña que normalmente nuestra atención está completamente ocupada por las actividades externas o los pensamientos internos, sin que haya espacio para la autoconciencia. La división de la atención consiste en mantener una parte de tu conciencia dirigida hacia el mundo exterior (lo que estás haciendo) y otra parte dirigida hacia ti mismo (observándote).
La Atención es Energía
Gurdjieff también enseñó que la atención es una forma de energía. Cuanta más energía puedes dirigir conscientemente hacia la atención, más capaz eres de despertar. Al dividir tu atención, aprendes a dirigir una parte de esa energía hacia el recordarte a ti mismo en el momento presente.
Ejercicio:
- Mientras realizas una actividad cotidiana, como caminar, lavarte las manos o hablar con alguien, dedica una parte de tu atención a lo que haces, pero también mantén una parte de tu atención en observar tu estado interno: ¿Cómo te sientes? ¿Cómo está tu cuerpo? ¿Dónde está tu mente?
Objetivo: Desarrollar la capacidad de estar presente y consciente de ti mismo mientras realizas cualquier actividad. Este es un paso clave hacia el despertar.
Paso 4: No Identificación
Separarte de tus Pensamientos y Emociones
El concepto de no identificación es crucial en el Cuarto Camino. Gurdjieff enseña que la identificación ocurre cuando nos fusionamos con nuestras emociones, pensamientos o situaciones externas, olvidando que somos algo más que esas reacciones. Nos identificamos con una emoción de enojo, con un pensamiento negativo o con una preocupación, y perdemos la capacidad de vernos desde fuera.
El Peligro de la Identificación
Cuando te identificas con algo, te vuelves incapaz de observarlo con claridad. Pierdes tu capacidad de autoobservación y, en lugar de estar presente y consciente, te vuelves reactivo. La identificación te mantiene en un estado de sueño.
Ejercicio:
- Cuando te encuentres emocionalmente involucrado en una situación (como sentir enojo o ansiedad), haz un esfuerzo consciente por separarte de la emoción. Pregúntate: ¿Esta emoción soy realmente yo, o es algo que está ocurriendo en mí?. Observa la emoción sin dejarte arrastrar por ella.
Objetivo: Desarrollar la habilidad de no fusionarte con tus pensamientos, emociones o situaciones externas, y mantener un estado de observación.
Paso 5: Recordarse a Sí Mismo
La Práctica Central del Cuarto Camino
El recuerdo de sí mismo es uno de los conceptos más importantes del Cuarto Camino. Gurdjieff lo describe como el acto de estar plenamente consciente de uno mismo en el momento presente, sabiendo que existes en ese momento. No es simplemente estar atento a lo que haces, sino tener la certeza de tu propia existencia en ese instante.
Estar Despierto en el Momento
Este estado de auto-recuerdo implica que no solo estás haciendo una tarea o experimentando una emoción, sino que también eres consciente de ti mismo haciendo o sintiendo. Este es un estado muy diferente al de funcionar en automático. El recuerdo de sí mismo es un acto de despertar en el momento.
Ejercicio:
- Durante el día, establece varios momentos en los que te preguntes: ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Qué estoy haciendo?. Esto te ayuda a "recordarte" a ti mismo y a volver al momento presente. Es una pausa consciente que te saca del automatismo.
Objetivo: Desarrollar la capacidad de estar presente en el momento, recordando tu existencia consciente. Este es uno de los pasos más importantes para el despertar.
Paso 6: Trabajar con los Tres Centros
El Equilibrio entre Cuerpo, Emociones y Mente
Según Gurdjieff, los seres humanos están divididos en tres centros principales:
- Centro Intelectual: El pensamiento lógico, la mente.
- Centro Emocional: Las emociones, los sentimientos.
- Centro Motor/Instintivo: El cuerpo, los hábitos y las acciones físicas.
El problema es que la mayoría de las personas tienen uno o dos centros dominantes, lo que conduce a un desarrollo desequilibrado. El Cuarto Camino enseña que es necesario equilibrar y desarrollar conscientemente los tres centros para alcanzar un verdadero despertar.
Reconocer el Centro Dominante
Cada persona tiende a tener un centro que predomina. Por ejemplo, una persona puede estar demasiado atrapada en su mente, racionalizando todo, mientras que otra puede dejarse llevar excesivamente por sus emociones o hábitos físicos sin pensar.
Ejercicio:
- Observa en diferentes situaciones cuál de tus centros está más activo. Pregúntate: ¿Estoy reaccionando principalmente desde mi mente (racionalización), mis emociones (sentimientos), o mi cuerpo (impulsos o hábitos)?. Intenta llevar más equilibrio a tu vida activando el centro que menos utilizas.
Objetivo: Desarrollar un equilibrio entre los tres centros para tener un crecimiento armonioso y estar más completo y presente.
Paso 7: Transformar la Energía
Uso Consciente de la Energía Interior
Para Gurdjieff, cada ser humano tiene una cantidad limitada de energía que puede usar durante el día. La mayor parte de esta energía se gasta en pensamientos y emociones innecesarias, como preocupaciones, miedos o reacciones automáticas. El Cuarto Camino enseña que podemos aprender a conservar y transformar nuestra energía para acelerar nuestro desarrollo espiritual.
La Energía de las Emociones Negativas
Las emociones negativas, como el enojo, la frustración o el miedo, son grandes drenadores de energía. Si aprendemos a observar estas emociones en lugar de dejarnos arrastrar por ellas, podemos transformar esa energía en conciencia.
Ejercicio:
- Cuando te enfrentes a una emoción negativa, observa cómo te afecta físicamente (tensión, respiración rápida). En lugar de reaccionar de inmediato, detente, respira y observa la emoción. Al no identificarte con ella, conservas la energía que normalmente habrías gastado.
Objetivo: Aprender a conservar y transformar la energía emocional y mental para emplearla en el desarrollo de la conciencia.
Paso 8: Luchar contra los Yo's Múltiples
Comprender la Fragmentación del "Yo"
Gurdjieff enseña que no somos un "yo" unificado, sino una multitud de "yo's" que cambian constantemente. En un momento puedes querer ser disciplinado y trabajar, y al siguiente te encuentras procrastinando. Esta fragmentación interna impide que podamos tener una verdadera voluntad consciente.
Unificar los Yo's
El objetivo del Cuarto Camino es unificar estos múltiples yo's para crear un "yo" central y consciente que pueda dirigir tu vida. Esta unificación solo es posible a través de la autoobservación, la no identificación y el recuerdo de sí.
Ejercicio:
- Cuando te encuentres con deseos contradictorios (por ejemplo, querer meditar pero también querer ver televisión), observa cómo diferentes "yo's" están luchando por el control. Pregúntate: ¿Quién soy yo en este momento?. Al hacer esto, comenzarás a identificar los "yo's" fragmentados y a crear una unidad interior.
Objetivo: Reconocer la multiplicidad interna y comenzar a unificar los diferentes "yo's" para alcanzar una mayor coherencia y voluntad.
Paso 9: Trabajar con los Shocks Conscientes
Despertar a través de la Interrupción Consciente
El Cuarto Camino enseña que los shocks conscientes son necesarios para romper el ciclo de automatismos y ayudar en el proceso de despertar. Un "shock consciente" es una interrupción voluntaria de nuestros hábitos automáticos, que nos obliga a estar presentes en el momento.
Provocar Shocks para Salir del Sueño
Estos shocks pueden ser pequeños actos de autodisciplina que te sacan del sueño. Cada vez que interrumpes un hábito automático y te fuerzas a estar presente, estás aplicando un shock consciente.
Ejercicio:
- Elige una acción automática en tu vida (como quejarte o preocuparte) y cuando sientas la necesidad de hacerlo, detente conscientemente y elige no reaccionar de inmediato. Este acto de detenerte es un shock consciente que te ayuda a estar presente.
Objetivo: Utilizar pequeños shocks conscientes para interrumpir patrones automáticos y fortalecer tu capacidad de auto-recuerdo y atención.
Paso 10: Despertar la Conciencia
El Despertar es Progresivo
El despertar no es un evento único o repentino, sino un proceso progresivo. A medida que aplicas los pasos anteriores, comienzas a experimentar momentos de mayor conciencia, en los que te das cuenta de ti mismo y del mundo a tu alrededor con una claridad renovada. El Cuarto Camino no promete resultados rápidos, sino un camino de esfuerzo constante para vivir de manera consciente.
Reconocer los Momentos de Despertar
Con el tiempo, comenzarás a notar que tienes más momentos de presencia y autoconciencia. Estos momentos son el fruto del trabajo constante con la autoobservación, el recuerdo de sí y la no identificación.
Ejercicio:
- Al final de cada día, reflexiona sobre cuántos momentos de verdadero recuerdo de sí tuviste. Pregúntate: ¿Cuántos momentos estuve presente y consciente de mí mismo durante el día?.
Objetivo: Ampliar gradualmente los momentos de presencia hasta que se conviertan en tu estado natural.
Conclusión
El Cuarto Camino de Gurdjieff es una práctica profunda y desafiante, que requiere una observación constante de uno mismo, la capacidad de dividir la atención y la lucha por no identificarse con las reacciones automáticas. Aunque los resultados no son inmediatos, con el tiempo puedes desarrollar un mayor estado de conciencia despierta, que es el objetivo final de este sistema. Se encuentran ciertos paralelismos con enseñanzas como la de Eckhart Tolle y su trabajo sobre la consciencia. Sin duda, un camino interesante que merece la pena explorar.
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