¿Cuál es el impacto psicológico en la pérdida auditiva?

audición

La pérdida de capacidad auditiva moderada (que produce cierto nivel de discapacidad) afecta a un 5% de la población mundial. No obstante, se estima que el 15% de las personas adultas sufre algún nivel de hipoacusia, aumentando este porcentaje a 30% la población mayor a 65 años.

La pérdida parcial de la audición tiene importantes consecuencias en la capacidad de los individuos de relacionarse con la sociedad. Asimismo, puede afectar algunos procesos como el equilibrio, lo cual aumenta el riesgo de accidentes en las personas con hipoacusia.

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Por tanto, la pérdida auditiva termina afectando la calidad de vida de las personas y tiene un impacto psicológico en su vida. En algunos casos, puede manifestarse como episodios de ansiedad, mientras que otras personas llegan a desarrollar fobias y hasta mostrar grados severos de depresión.

Problemas psicológicos asociados a la hipoacusia

Se ha comprobado en diversos estudios que la pérdida auditiva tiene impacto en la vida social y emocional de las personas que la padecen. Esto ocurre particularmente en adultos mayores, donde la disminución de la audición es bastante común y, en muchos casos no es reconocida y aceptada por el individuo que la sufre.

En niños también tiene consecuencias psicológicas y del aprendizaje, ya que les dificulta el desarrollo del lenguaje y la comunicación con su entorno. Algunos de los impactos psicológicos de la pérdida auditiva son los siguientes:

  1. Aislamiento social

Una de las primeras consecuencias de la hipoacusia es que la persona tiene dificultad para seguir las conversaciones en su entorno social. Los expertos en centros de audición en Tenerife, de Audifonos.es, comentan que se presentan problemas al momento de participar de forma activa y efectiva en una conversación oral.

Por lo general, estas personas se van aislando de la sociedad, tienden a desarrollar menos relaciones sociales o dejan de participar en actividades colectivas. Esto trae como consecuencia una mayor soledad, que puede ir desarrollando a mediano y largo plazo cuadros depresivos.

  1. Ataques de pánico

Se trata de episodios repentinos asociados a un miedo muy intenso hacia un peligro, que no es real o no hay una causa aparente para provocarlo. Estos ataques llegan a paralizar a la persona y no dejarla desarrollar sus actividades diarias normales.

En las personas con pérdida auditiva, los ataques de pánico pueden estar asociados al hecho de percibir que no escuchar bien los pone en un peligro particular. Por ejemplo, que no serán capaces de escuchar una alarma de peligro y su vida estará en riesgo.

  1. Fobias

En este caso es un miedo exagerado al enfrentarse a una situación particular, la cual genera una fuerte respuesta de ansiedad. Por lo general, las fobias se manifiestan anticipadamente, cuando la persona siente que debe enfrentarse a la situación que le produce un miedo irracional.

Aunque no hay datos estadísticos particulares, los especialistas en audición de Audifonos.es en sus centros de audición en Tenerife, señalan que hay evidencias de este trastorno. Un ejemplo sería el de una persona con hipoacusia que se niega a dormir en hoteles, por temor a no escuchar la alarma de incendios, aun cuando saben que hay señales especiales para sordos.

  1. Trastorno obsesivo-compulsivo o de personalidad

Las personas con este tipo de trastornos tienden presentar comportamientos repetitivos, asociados a obsesiones (miedos no deseados). Además, suelen tener problemas para relacionarse de forma adecuada con las demás personas y tienen la necesidad de realizar actos compulsivos, a fin de disminuir el estrés que sienten hacia una situación determinada.

En personas con pérdida auditiva, es posible que se presente algún tipo de estos trastornos, asociados a su miedo a no escuchar. Un caso sería el revisar de manera frecuente la carga de las baterías de los audífonos o cambiarlas más de lo necesario, por miedo a que estas se descarguen.

Aunque la revisión de estos dispositivos debe ser un comportamiento regular, pasa a ser un trastorno obsesivo-compulsivo, cuando es muy frecuente. Particularmente, si esto impide que la persona se relacione de manera fluida con su entorno o deje de ser funcional en su vida diaria.

  1. Trastorno de adaptación

Esta es una de las consecuencias psicológicas más comunes en las personas que tienen pérdida auditiva en su etapa adulta. Se refiere al comportamiento o reacción emocional ante un cambio en el estilo de vida, que puede llegar a ser estresante.

Por lo general, este trastorno suele aparece a los 3 meses aproximadamente de cuando se detecta la hipoacusia o si esta va empeorando. Se manifiesta como una fuerte ansiedad y nerviosismo, que lleva al deterioro de las capacidades sociales y ocupacionales de la persona.

Los expertos de Audifono.es de centros de audición en Tenerife, señalan que las personas con este tipo de trastorno son más susceptibles de caer en depresión. Además, suelen ser más reacios a aceptar los tratamientos que ayudarían a mejorar su audición, como el uso de audífonos.

  1. Depresión

Cuando las personas con hipoacusia desarrollan algún tipo de trastorno con ansiedad por su condición, tienden a caer en cuadros de depresión. Se estima que un 46% de los pacientes con ansiedad, pueden presentar depresión en algún momento.

La persona con depresión muestra signos constantes de tristeza y melancolía, sintiéndose desanimado e infeliz la mayor parte del tiempo. Por lo general, viene asociado a que la pérdida auditiva lo hace sentirse aislado, no es capaz de crear nuevas relaciones y muchas veces, se ve afectada su autoestima.

Si la persona que ha perdido su capacidad auditiva no es capaz de aceptar y adaptarse a su condición, puede caer en depresión. En estos casos, es posible que muestre trastornos del sueño, apetito, cansancio constante y llegar a tener pensamientos obsesivos de suicidio.

¿Cómo disminuir el impacto psicológico de la pérdida auditiva?

La manera más efectiva de reducir las consecuencias psicológicas de la hipoacusia, es mejorando la capacidad auditiva de la persona. Para esto, una de las soluciones más recomendadas son los dispositivos de ayuda auditiva, como los audífonos, que han mostrado mejorar eficientemente la calidad de vida de las personas con pérdida auditiva.

En estos casos, lo mejor es acudir a expertos a audiometría como los que encontrarás en https://www.audifono.es/centros-auditivos/canarias/tenerife/. En este centro de audición en Tenerife, los especialistas de Audifono.es, te recomendarán el mejor audífono para tu caso particular.

Los especialistas señalan que la posibilidad de presentar un cuadro de depresión se reduce en un 50% al utilizar audífonos. Asimismo, tus relaciones sociales mejorarán de manera significativa, al poder llevar conversaciones más efectivas en distintos entornos.

La pérdida de la audición no tiene que causar un impacto negativo en tu vida, siempre que seas capaz de reconocer a tiempo el problema. En la actualidad, los audífonos son casi imperceptibles y tienen mecanismos que facilitan su uso de forma prolongada.

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