El sabio Nauh y el libro sagrado

libro sagrado

El discípulo estaba enfermo, tenía una pierna rota y se encontraba muy triste. Llevaba meses esperando para poder asistir a un retiro de meditación al cual asistiría el gran maestro Nauh, conocido en todo el país como el hombre más santo. Además corría el rumor que el maestro basaba su sabiduría en un libro sagrado. Quizás si no podía ir podría leer ese libro...

Por eso el discípulo no se daba por vencido, sabía que el maestro estaba en su ciudad y que de alguna manera podría hablar con él, "si solo pudiera hacerle un par de preguntas... seguro que conseguiría avanzar en mi camino espiritual". Rezó con todas sus fuerzas. "Por favor, que venga a mi casa..." Lo deseó tanto, entregó su corazón, su mente... todo su ser que un día el maestro Nauh (sin ningún motivo aparente) vino a visitarlo.

Cuento libanés

El discípulo lo recibió con una gran sonrisa, no podría creérselo.

  • Gracias maestro para mí es todo un honor tenerlo aquí.
  • El honor es mío, ¿cómo te encuentras?
  • Pues... mal maestro, estaba deseando asistir al retiro espiritual que teníamos programado pero ahora debo quedarme aquí y reposar. Llevaba meses preparándome, solo deseando verle a usted... al menos le tengo aquí ahora.

Los padres del discípulo quisieron ofrecer al maestro unos pequeños presentes así como algunas bebidas. El maestro tomó un té con la familia y charlaron de cosas triviales. A la hora de despedirse el discípulo le quiso hacer una última pregunta.

  • Por cierto maestro - pensó el discipulo con la cabeza puesta en el libro famoso de su maestro- puesto que no podré meditar en el retiro ¿podrías recomendarme algún libro para leer mientras estoy en reposo? ¿Quizás su libro sagrado? - El maestro se quedó pensativo, al instante le contestó:
  • Pero tú eres discípulo mío, ya sabes cómo meditar. Al final de tu vida se te valorará por las cosas que has hecho y no por los libros que has leído.
  • Sí - respondió el discípulo - pero será mucho tiempo aquí y necesito aprender cosas nuevas e interesantes.

El maestro Nauh se volvió a quedar pensativo y finalmente le dijo:

  • ¿Por qué no lees el libro que se lee al revés? Ese que siempre llevas contigo, ese es sin duda el mejor libro del mundo.
  • ¿Cuál es ese libro maestro?  Yo nunca llevo ningún libro conmigo, las normas del Shanga ya me las he aprendido de memoria, no necesito ningun libro. ¿A qué libro se refiere?
  • No molestes más al maestro, seguro que tiene cosas más importantes que hacer. - dijo el padre de la familia, mientras se despedía del maestro. Éste, despues de abrazar a cada miembro de la familia, se marchó. El discípulo se quedó muy contrariado. <<¿Cuál será ese libro?>>

Varios meses después el discípulo ya estaba recuperado y fue en busca del maestro Nauh. Según le habían dicho se encontraba en las montañas, en la cueva sagrada del sol naciente. El discípulo cogió una pequeña mochila, con su zafú y una manta y se marchó en pos de él.Al atardecer, ya había llegado a la falda de la montaña. Puesto que se preveía un temporal muy fuerte durante la noche, buscó un refugio en una de las cuevas donde se adoran a los santos. Se instaló y se dispuso a meditar. Llevaba meses sin hacerlo. Obsesionado con el libro había olvidado lo más importante. Así que se sentó, puso sus piernas en la posición del loto, sus manos en el regazo, una encima de la otra con los dedos pulgares tocandose <<ni valle ni montaña>> recordó. Entonces, entrecerró los ojos y proyectó su atención hacia dentro de si mismo, hacia el... revés.

Ese es el libro sagrado.

 

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