Cuento libanés
Existe un cuento libanés que recogí hace unos años, que me recuerda mucho a un consejo que me dieron hace tiempo, realizando una analogía entre el amor y el cuidado de una flor. La cual necesita de nuestros cuidados a diario, pero nunca podemos dejarla secar ni tampoco, cuando nos demos cuenta que es demasiado tarde, podemos regarla en exceso pues se pudre. El amor es el cuidado de un diligente jardinero hacia su flor más preciada...
Cuento libanés sobre el amor
Dice un cuento libanés:
que un joven fue a visitar a un sabio consejero y le contó sobre las dudas que tenía acerca de sus sentimientos por su familia. El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y le dijo sólo una cosa:
- Ámala.
Y luego se calló.
El muchacho dijo:
- Pero, todavía tengo dudas ...
- Ámala, le dijo de nuevo el sabio.
Y, ante el desconsuelo del joven, después de un breve silencio, le dijo lo siguiente:
- Hijo: AMAR ES UNA DECISIÓN NO UN SENTIMIENTO.
Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El amor es un ejercicio de jardinería.
Arranca lo que hace mal, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega y cuida.
Debes estar preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, pero no por eso abandones tu jardín.
Ama, es decir, acepta, valoriza, respeta, da afecto, ternura, admira y comprende.
Simplemente, ama.
¿Sabes por qué?
Porque la inteligencia, sin amor, te hace perverso.
La justicia, sin amor, te hace implacable.
La diplomacia, sin amor, te hace hipócrita.
El éxito, sin amor, te hace arrogante.
La riqueza, sin amor, te hace avaricioso.
La docilidad, sin amor, te hace servil.
La belleza, sin amor, te hace ridículo.
La autoridad, sin amor, te hace tirano.
El trabajo, sin amor, te hace esclavo...```
*Y LA VIDA SIN AMOR, NO TIENE SENTIDO
Epílogo:
Este cuento libanés maravilloso habla del amor, pero no solo del amor a tu pareja. Habla del amor verdadero por la vida, la familia, los amigos, los animales, la naturaleza entera... El amor lo abarca todo y vamos dejando nuestra semilla allá donde estamos. Por eso debemos cuidarlo a diario como dice el cuento, no sabemos quien puede necesitar un poco de caridad en algún momento.
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