¿Se puede contagiar la depresión?

contagiar la depresión

La depresión es la principal causa de discapacidad en el mundo. Más del 4 por ciento de la población mundial la sufre y se sabe que dicha cifra va en aumento. Muchas personas desconocedoras de los procesos internos de esta patología se preguntan si se puede o no contagiar la depresión.

El problema radica en la estigmatización del término. Si en vez de llamarse depresión se llamara con un nombre técnico (imaginemos Patología XZ9) y te dijeran que está ocasionando que millones de personas no puedan realizar su vida normalmente, ¿Acaso no estaríamos hablando de una epidemia-pandemia mundial?

La inflamación puede ser el origen de la depresiónLa inflamación puede ser el origen de la depresión

Se desconocen exactamente las causas de la depresión, se sabe que influyen variables genéticas y ambientales. No se puede identificar una causa específica pero la explicación más extendida es que nuestras neuronas recaptan el exceso de serotonina creando un déficit en el medio. Es por ello que los actuales antidepresivos se llaman inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina.

Entonces ¿Se puede contagiar la depresión?

No. En el sentido de contagio por algún patógeno. Pero sí en un sentido empático.

En un estudio publicado por la Universidad de Notre-Dame de Nueva York, realizado a estudiantes de universidad que compartían piso ha demostrado que personas con una forma particular de pensar los convierte en vulnerables a la depresión y pueden ser contagiados en un plazo de tan solo seis meses.

El estudio ha demostrado que aquellas personas que responden negativamente a las situaciones estresantes de la vida y que tienden a interpretar cada evento como el resultado de factores que no pueden cambiar o como un reflejo de su propia deficiencia, son más vulnerables a la depresión.

Esta «vulnerabilidad cognitiva» es un factor de riesgo de depresión tan fundamental que puede utilizarse para predecir qué individuos son propensos a experimentar un futuro episodio de depresión, aunque nunca hayan padecido previamente este trastorno.

Las características propias de dicha vulnerabilidad cognitiva se concretan al inicio de la adolescencia, y permanecen estables en la edad adulta, pero los investigadores afirman que pueden ser moldeables en determinadas circunstancias.

La parte positiva del estudio

Pero también existe la otra cara de la moneda. Las personas que tienen esta vulnerabilidad cognitiva también pueden tener un contagio positivo de personas que sean más flexibles y menos propensos a la depresión. Por lo que, gracias a este estudio, se ha demostrado que personas propensas a la depresión que compartían piso con compañeros con un estado de ánimo bastante estable y positivo, se veían beneficiadas por dicha convivencia aumentando sus niveles de felicidad.

 

Fuentes: G. J. Haeffel, J. L. Hames. Cognitive Vulnerability to Depression Can Be Contagious. Clinical Psychological Science (2013). DOI: 10.1177/2167702613485075.

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