Cómo afecta la sordera a nuestro estado emocional
Perder audición no sólo es un problema a nivel físico, sino que puede llegar a mermar en gran medida la calidad de vida de las personas que padecen estas condiciones y problemas. A continuación te contamos cómo afecta la sordera a nuestro estado emocional, de la mano de los mejores expertos en la materia.
La sordera y la salud emocional
La pérdida auditiva puede suponer un gran impacto en las rutinas diarias de todo tipo de personas. Cuando sucede una pérdida auditiva es fundamental buscar soluciones con profesionales cuanto antes para que esto no se traduzca en una pérdida de calidad de vida.
El síndrome de StendhalEn las personas jóvenes con problemas de sordera el cerebro suele intentar compensar esta pérdida desarrollando mejor otros sentidos, si bien continúa siendo fundamental el correcto tratamiento, siempre que sea posible, del problema auditivo detectado.
En el caso de los adultos la plasticidad cerebral no es tan grande, con lo que resulta todavía más importante el buscar el tratamiento más adecuado para solucionar la pérdida auditiva cuanto antes, tal y como nos han explicado los expertos y profesionales de este centro auditivo en Valencia.
De hecho, los problemas auditivos a cualquier edad supondrán un gran impacto a nivel emocional porque suponen que la forma en que percibimos el mundo cambia.
Entre las consecuencias a nivel emocional y social más comunes de la sordera encontramos los miedos. Esta nueva condición hace que las personas que padecen sordera sientan algo de incertidumbre y de miedo. Adaptarse a este nuevo modo de vida supone el tener que adaptar nuevas estrategias para poder interactuar con el entorno. Las personas sordas tienen que aprender el lenguaje de signos en algunos casos para poder seguir comunicándose y por tanto es normal que aparezcan miedos, incluso aunque éstos sean irracionales.
Problemas emocionales por la sordera
Del mismo modo, la sordera también puede afectar a nuestro estado emocional generando bastante estrés. Al pensar en la vida de una forma diferente podemos sufrir un trastorno de ansiedad.
Por otro lado, las personas con problemas auditivos también pueden sentirse enfadadas o llegar a sentir ira por esta nueva situación. En estos casos, es bastante común que las personas sordas se sientan enfadadas o frustradas con mayor frecuencia que las personas con una audición normal.
Asimismo, la sordera en muchos casos puede provocar también una baja autoestima. Las personas con problemas auditivos pueden llegar a presentar una baja autoestima, dejando de valorarse y volviéndose mucho más pasivas.
Del mismo modo, en la mayoría de casos la forma en la que más incide la sordera en nuestro estado emocional sucede porque las personas con este problema comienzan a aislarse o a quedarse en casa porque no se ven capaces de realizar ciertas actividades o porque consideran que en su círculo más cercano no se les aceptará con su problema. En muchos casos estas personas sienten que en su entorno se les discrimina.
De esta forma todos estos problemas de sordera pueden llegar a provocar depresión. Según diversos estudios, algunas personas sordas llegan a experimentar altos niveles de desesperanza, de miedo o de tristeza.
La sordera y los problemas de comportamiento
Por otro lado, según otras investigaciones, las personas con problemas de sordera tienen más posibilidades de presentar síntomas de depresión.
Además, este tipo de problema también puede llegar a generar trastornos de ansiedad. Muchas personas con sordera pueden llegar a sentir ansiedad social al no sentirse capacitadas para enfrentarse al día a día de su vida cotidiana.
Así, según estos estudios, las personas con problemas de sordera o con deficiencias auditivas presentan más problemas de comportamiento y emocionales que las personas oyentes. Asimismo, es interesante tener en cuenta que cuanto antes se pierde la audición mejor se adaptan las personas a este problema, y por tanto menor es el impacto emocional.
Las dificultades y problemas de comportamiento y emocionales en los niños con problemas auditivos son mayores que los problemas que suelen presentar los niños oyentes.
Del mismo modo, las personas con problemas de audición suelen tener más problemas sociales derivados de la dificultad de comunicación. Es por este motivo que resulta fundamental seleccionar siempre el dispositivo de audición más adecuado para poder solucionar o paliar en gran medida los efectos negativos a nivel emocional derivados de la pérdida de audición. Como vemos en el siguiente post, en la mayoría de casos es posible encontrar audífonos o soluciones auditivas adaptadas a todos los tipos de problemas de sordera, aunque en caso de las pérdidas de audición más severas puede que sea necesario buscar otro tipo de estrategias para solucionar el problema y minimizar los riesgos a nivel emocional.
Conclusiones finales sobre la sordera y las emociones
En conclusión, es posible afirmar que la pérdida de la audición o la sordera incide de forma directa en las personas que padecen estos problemas. Del mismo modo, las personas más cercanas a las personas sordas como sus amigos o familiares también pueden llegar a padecer ansiedad, miedo o estrés al no saber cómo ayudar de manera eficiente a sus seres queridos.
Estos familiares o amigos quieren ayudar a su ser querido a aceptar de la mejor forma posible su nueva condición. Por ejemplo, una persona con problemas de sordera tendrá que aprender el lenguaje de signos, pero en muchos casos sus familiares también tendrán que hacerlo para poder comunicarse con ella. De esta forma, esto puede producir estrés también entre sus seres queridos, además de que en muchas ocasiones estas personas no sabrán muy bien cómo comportarse para ayudar a la persona con sordera, lo cual puede suponer un impacto muy grande a nivel emocional para ambas personas.
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