Problemas mentales derivados del covid (y cómo afrontarlos)

La pandemia del covid ha generado cerca de 200 millones de contagios en todo el mundo. De los cuales más de 4 millones han acabado en fallecimientos. Se trata de una lucha de toda la humanidad que no ha conocido paralelismo en la historia, puesto que se trata de un esfuerzo global. En laboratorios, hospitales, colegios, puestos de trabajo… pero sin duda el esfuerzo mayor de todos (sin el cual todo quedaría en nada) es el esfuerzo personal de cada individuo.
Si echamos un vistazo rápido atrás podremos vislumbrar la cantidad de cambios que hemos introducido en nuestras vidas. Guardar las medidas de higiene, tomar distancia de seguridad, usar mascarillas y gel. Sin contar con la imposibilidad de no poder ver a nuestros seres queridos durante meses o incluso años. ¿Acaso no ha sido un gran esfuerzo psicológico? De todas estas medidas, las más duras, quizás por su carácter coercitivo, fueron las cuarentenas obligatorias. Sin duda, toda esta lucha ha creado un desgaste psicológico y emocional en nuestra salud.
Vivir con la incertidumbre
En un año normal, durante el transcurso del mismo, caemos enfermos varias veces. Todo esto sin contar, la cantidad de veces que tenemos algunos síntomas que no nos hacen interrumpir nuestra rutina pero que van haciendo mella: dolores de cabeza, resfriados o problemas estomacales. Pero desde hace un par de años, la cosa ha cambiado. A todo esto hay que sumarle un nuevo factor, puesto que al menor síntoma, saltan nuestras alarmas: ¿Y si tengo covid? A todos nos ha asaltado esa duda en más de una ocasión. Pero lo peor, son las preguntas subsiguientes: ¿y si contagio a alguien? ¿Y si contagio a mis padres? ¿o a mis hijos?
Todas estas situaciones, medidas, cuarentenas e incertidumbres hacen que no desconectemos y este sobre esfuerzo va generando estrés. Como sabemos. el estrés no es más que someter a nuestro cerebro a un esfuerzo demasiado fuerte durante un periodo de tiempo más largo de lo habitual. Lo que pasa es que, en este caso particular, no podemos darle descanso, porque contra el covid no podemos bajar la guardia.
Los problemas mentales han aumentado
Se ha demostrado que durante la fase inicial de la pandemia de COVID-19 fue común la presencia de ansiedad, depresión y reacción al estrés en la población general. Además, en el personal prioritario (policías, bomberos, militares y sanitarios) también se encontraron problemas de salud mental, especialmente en las médicos y enfermeros y en todos aquellos quienes trabajan directamente con casos sospechosos o confirmados de COVID-19.
El resto de la población no ha sido inmune a este problema mental. Las personas mayores son más susceptibles de caer en depresión y ansiedad, pues han sido el principal blanco de este virus y los medios de comunicación no han ayudado a reducir la alarma social.
Además, los jóvenes suelen sufrir más incertidumbre ante el futuro, los efectos del paro, también tienen más compromiso con el cuidado de los hijos o las personas mayores, y una peor situación económica. Estos mismos aspectos se han observado en otras crisis.
Pero también existen otros motivos a nivel global que pueden estar detrás de la aparición de ansiedad, depresión o estrés postraumático:
- Miedo a lo desconocido
- Temor a perder el empleo
- Duelo por la pérdida de seres queridos
- Ansiedad por confinamientos
- Pérdida del tipo de vida al que estábamos acostumbrados
¿Qué podemos hacer entonces?
En primer lugar, tenemos que aprender a convivir con esta enfermedad, puesto que, por las cualidades intrínsecas del virus, probablemente se quede durante un tiempo.
A continuación, debemos hacer caso a las autoridades sanitarias en todas los consejos que nos indiquen, como debe ser la importante vacunación y las medidas de seguridad.
Finalmente, debemos utilizar una herramienta que solo los seres humanos tenemos, la psicología.
¿Qué tiene que aportar la psicología en la era post-covid?
Una vez cumplidos los dos primeros puntos, el tercero, (la psicología) es la mejor baza con la que podemos contar.
La inteligencia viene definida por la capacidad para adaptarse mejor a las circunstancias adversas y es en este punto donde debemos mejorar. ¿O acaso nos va a impedir disfrutar de la vida? Una vida sin disfrute no merece la pena ser vivida, por ello no debemos escatimar esfuerzos en mejorar. Como siempre, hemos recogido algunos puntos a modo de recordatorio:
5 estrategias psicológicas en época de covid
- Seguir unidos a nuestros seres queridos
Si bien es verdad que el acercamiento físico no es posible en algunos casos, debemos esforzarnos por llegar por otros medios. Gracias a las nuevas tecnologías, como las videollamadas, podemos ver a familiares o amigos incluso con más regularidad de la que disponíamos antes.
- El deporte no debe faltar
En medio de la primera cuarentena de España, todos los productos de deporte en casa se agotaron. Casi todos los gimnasios o escuelas deportivas se tuvieron que adaptar a impartir clases online. Si actualmente vives en una zona donde esté permitido el deporte al aire libre, mantén la distancia de seguridad, pero no dejes de hacer deporte. El ejercicio es muy importante para la salud mental.
- Obtén nuevas aficiones
Cuando una puerta se cierra otra se abre, por lo que, si no puedes asistir con regularidad a las aficiones o hobbies que disfrutabas con anterioridad, puedes buscar nuevas oportunidades en otros que sean más seguros en la actualidad. A lo mejor incluso te gustan más.
- Haz un cambio en tu vida
Seguro que tienes a alguien cercano que ha aprovechado este tiempo para hacer un cambio importante en su vida. Ya sea un cambio de look o una mudanza, es el momento para dar rienda suelta a aquellas cosas que llevas tiempo queriendo hacer y que estabas posponiendo sine die. ¡Adelante!
- Acude a un psicólogo
Trabajar en uno mismo no solo debe acabar en el área física. Si sientes que tu vida cojea, no terminas de sentirte bien o simplemente quieres mejorar, podrías acudir a un profesional. Ya sea en modalidad presencial (son 100% seguros) o en modalidad online. No hay nadie mejor preparado para ayudarte en esta aventura.
Ventajas de un psicólogo online
De entre todas las estrategias, la más acertada es acudir a un psicólogo online. Aumenta tu privacidad, ahorras tiempo en desplazamiento y, además, existe riesgo cero de contagio. No obstante, el aumento de la “telemedicina” en España ha aumentado un 153% y cada vez son más las personas que se decantan por esta modalidad.
En conclusión:
Si queremos afrontar un futuro con garantías, sentirnos de nuevo con ilusión y dejar atrás todos esos lastres que nos ha ido dejando la pandemia, tenemos que hacer algo al respecto. Pensar que las cosas se arreglarán solas es un error, sobre todo en cuestión de salud mental. Para ello, nada mejor que ocuparnos de aquello que esté en nuestra mano y afrontar el presente y el futuro con alegría.
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