La respiración profunda me da ataques de pánico. ¿Que puedo hacer?
Hace unos meses recibimos a través del correo una pregunta bastante interesante. Además es una cuestión que ha salido en más de un curso de Yoga y por ello nos gustaría tratarlo en el artículo de hoy.
Tengo problemas con mi práctica de respiración. Cuando se me pide que calme mi respiración o que simplemente la observe, mi mente registra exactamente lo contrario. Sufro ataques de pánico y empiezo a asfixiarme. Entiendo que la respiración es fundamental para la práctica del yoga. ¿Cómo me deshago de esta resistencia mental?
La respiración es nuestro aliado más íntimo. Siempre está con nosotros, ya sea que nos sintamos inquietos o tranquilos. El Yoga y la meditación son prácticas de anclaje y sugiero que nos concentremos en la respiración como un pilar porque, como siempre decimos, todo sucede en el ahora. No podemos respirar por el día de ayer; no podemos predecir cómo respiraremos en una hora. Sólo ahora podemos estar respirando. Como tal, la respiración es una puerta de entrada a nuestro interior, con cada momento tal como es.
Llegar a la raíz del problema
El problema puede estar enraizado en su propia historia, en una autoevaluación o confianza en sí mismo. No podemos trascender patrones de los que no somos conscientes y no podemos volvernos conscientes de aquello a lo que no estamos abiertos.
Entonces, el primer paso es simplemente reconocer este patrón a medida que se presenta. Cuando escuches la instrucción de sentir la respiración, puedes confundir el método mirar con el resultado mirar. Es un cambio de concepto y puede significar que estarás tranquilo. En lugar de eso, da testimonio de ello tal como es, sin desearlo de otro modo. Es entender que lo que sucede es algo que debemos aceptar tal cual está pasando
Luego, pon tu atención en las sensaciones físicas que surgen cuando tratas de permanecer con la respiración. Deja ir la sensación de que tienes que lograr cualquier cosa, incluso respirar. En su lugar, trata de ser consciente de cómo es la experiencia en ese momento, si tienes opresión en el pecho, respiración superficial o corta, inquietud o ansiedad. No intentes alejarte de la experiencia, modificarla o ignorarla.
Aprende a confiar en ti mismo
La conciencia tiene su propia vitalidad. Al practicar yoga, aprendemos a confiar en nuestra propia experiencia. Aprendemos a aceptar lo que sucede ya sea entender que sufrimos cuando pensamos que algo debería ser diferente de lo que es. Cuando empezamos a creer en la voz interior que nos dice esto, nos asalta el miedo y el pánico. Pero nuestra consciencia puede cambiar nuestra perspectiva y permitirnos liberar patrones emocionales difíciles atravesándolos, en lugar de luchar contra ellos o bloquearlos.
Si deseas profundizar en la comprensión de esta experiencia, te sugiero que consultes con un terapeuta con entrenamiento en atención plena.
¿Por qué es importante la respiración en Yoga?
La respiración desempeña un papel fundamental en la práctica del yoga, y se le da una gran importancia debido a su impacto en varios niveles: físico, mental y energético. Aquí te explico por qué la respiración es esencial en el yoga:
Conciencia y enfoque mental: La respiración consciente en el yoga ayuda a calmar la mente y a centrar la atención en el momento presente. Al dirigir la atención hacia la respiración, se reduce la actividad mental dispersa y se promueve la concentración, lo que facilita la meditación y la introspección.
Relajación y reducción del estrés: La respiración profunda y controlada tiene un efecto directo en el sistema nervioso autónomo. La activación del sistema nervioso parasimpático a través de la respiración lenta y profunda induce la relajación y la reducción del estrés. Esto es crucial en el yoga, ya que una mente y un cuerpo relajados son fundamentales para la práctica efectiva.
Flujo de energía: En el yoga, se cree que la respiración es la fuente principal de prana o energía vital. La práctica de pranayama (técnicas de control de la respiración) busca regular y dirigir esta energía a través de canales específicos (nadis) en el cuerpo. Esto no solo aumenta la vitalidad física, sino que también ayuda a equilibrar y armonizar la energía en el sistema.
Apoyo físico: La respiración adecuada mejora la oxigenación del cuerpo y contribuye a la circulación sanguínea eficiente. En las posturas físicas (asanas), la respiración controlada puede ayudar a mantener la estabilidad y la comodidad en las poses, así como a prevenir lesiones. La respiración consciente también puede aliviar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad.
Conexión mente-cuerpo: La respiración en el yoga actúa como un puente entre la mente y el cuerpo. Al enfocarse en la respiración durante la práctica, se cultiva una mayor conciencia corporal y se desarrolla una conexión más profunda con las sensaciones físicas. Esto puede llevar a un mayor entendimiento de las necesidades y los límites del propio cuerpo.
Regulación emocional: La respiración profunda y consciente puede ayudar a regular las emociones. En momentos de ansiedad, estrés o incluso enojo, una respiración pausada y controlada puede calmar las respuestas emocionales intensas y permitir una perspectiva más equilibrada.
En resumen, la respiración en el yoga es más que un simple proceso fisiológico. Es una herramienta poderosa que puede influir en diversos aspectos de la experiencia humana, desde la salud física hasta el bienestar mental y espiritual. Integrar la respiración consciente en la práctica de yoga puede contribuir en gran medida a los beneficios generales de esta disciplina milenaria.
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