Mooji: la enseñanza advaita no-dual en Occidente

Índice
  1. De Jamaica a Londres: los primeros pasos
  2. El encuentro con Papaji y la tradición de Ramana Maharshi
  3. La enseñanza central de Mooji: la no-dualidad vivida
    1. Autoindagación y silencio
    2. El despertar espiritual aquí y ahora
    3. La importancia del satsang
  4. Monte Sahaja: el epicentro de su movimiento
  5. Mooji y la difusión digital de la no-dualidad
  6. Críticas y controversias
    1. Acusaciones de simplificación
    2. Cuestionamientos a Monte Sahaja
    3. La devoción como doble filo
  7. Mooji frente a otros maestros contemporáneos
  8. El impacto de Mooji en la espiritualidad occidental
  9. Mooji y el desafío del discernimiento
  10. Una voz viva de la no-dualidad

Anthony Paul Moo-Young, más conocido como Mooji, nació en Jamaica en 1954 y emigró a Londres siendo adolescente. A lo largo de las últimas décadas, su nombre se ha convertido en sinónimo de no-dualidad y de enseñanza advaita en Occidente. Su mensaje ha llegado a millones de personas a través de retiros espirituales, conferencias y la difusión masiva de sus satsangs en plataformas digitales. Para muchos buscadores representa una voz clara y cercana que transmite la esencia del advaita vedānta; para otros, es una figura controvertida que simplifica excesivamente la tradición y genera dinámicas de devoción cuestionables.

De Jamaica a Londres: los primeros pasos

Mooji creció en una familia sencilla en Jamaica, rodeado de fuertes influencias culturales y religiosas. Durante su juventud emigró a Londres, donde trabajó como artista, pintor y profesor. La vida en la capital británica estuvo marcada por la lucha cotidiana de un inmigrante que buscaba abrirse camino en un entorno urbano y competitivo.

No obstante, en los años ochenta experimentó una serie de vivencias interiores que lo llevaron a replantearse el sentido de la vida. La búsqueda espiritual comenzó de forma gradual, a través de encuentros con grupos religiosos y la práctica de la oración. Poco a poco, su interés se orientó hacia tradiciones orientales y hacia un deseo profundo de transformación.

El encuentro con Papaji y la tradición de Ramana Maharshi

En 1993 Mooji viajó a la India y conoció a H.W.L. Poonja (Papaji), un reconocido maestro advaita y discípulo directo de Ramana Maharshi. Este encuentro fue decisivo. Papaji le transmitió la enseñanza de la autoindagación, el método de cuestionarse “¿Quién soy yo?” hasta disolver las identificaciones con el ego y reconocer la conciencia pura.

Mooji describe este encuentro como un despertar profundo que transformó su visión del mundo. Desde entonces, se dedicó a profundizar en el advaita y a compartirlo con otras personas, primero en círculos pequeños y luego en comunidades cada vez más amplias. El hecho de haber recibido enseñanza directa de Papaji le otorgó legitimidad dentro de la tradición no-dual.

La enseñanza central de Mooji: la no-dualidad vivida

Autoindagación y silencio

El núcleo de la enseñanza de Mooji es la autoindagación. Al preguntar “¿Quién soy yo?”, el buscador descubre que no es el cuerpo, ni la mente, ni las emociones pasajeras, sino el Ser eterno que observa todo. Para Mooji, este reconocimiento no es teórico, sino una experiencia viva que puede suceder en cualquier momento si se observa con honestidad.

El despertar espiritual aquí y ahora

Mooji insiste en que no hay que esperar años de práctica para alcanzar la iluminación. El despertar espiritual puede suceder “aquí y ahora”, cuando la mente se rinde y se reconoce lo que siempre estuvo presente: la conciencia sin forma. Este mensaje directo lo distingue de maestros más tradicionales que subrayan la disciplina a largo plazo.

La importancia del satsang

Los satsangs de Mooji se han convertido en su herramienta principal de enseñanza. En estos encuentros responde a preguntas, guía meditaciones y conduce a los asistentes hacia el silencio interior. La combinación de dulzura, humor y firmeza genera un ambiente de intimidad espiritual que atrae a miles de buscadores.

Monte Sahaja: el epicentro de su movimiento

En Portugal, Mooji fundó Monte Sahaja, un ashram y centro de retiros espirituales donde viven discípulos y voluntarios. Este lugar funciona como comunidad permanente y como espacio de encuentros internacionales. Para muchos devotos es un santuario donde pueden vivir en contacto directo con la enseñanza no-dual.

Los retiros en Monte Sahaja son intensos: días enteros de satsang, silencio, prácticas de autoindagación y convivencia comunitaria. Este entorno ha permitido consolidar un movimiento internacional que trasciende las fronteras de Europa y se extiende por América, Asia y Oceanía.

Mooji y la difusión digital de la no-dualidad

A diferencia de otros maestros tradicionales, Mooji ha sabido utilizar internet y plataformas como YouTube para difundir su mensaje. Miles de satsangs están disponibles en línea, traducidos a numerosos idiomas, lo que ha multiplicado su alcance.

La estética de sus vídeos, el ambiente sereno y su estilo paternal contribuyen a transmitir cercanía. Para muchos jóvenes occidentales, el primer contacto con el advaita no-dual no viene de textos de Ramana Maharshi, sino de un vídeo de Mooji en redes sociales. Su capacidad de adaptación a los medios modernos es una de las claves de su éxito.

Críticas y controversias

Acusaciones de simplificación

Algunos académicos y practicantes tradicionales critican a Mooji por simplificar en exceso el advaita vedānta, una tradición filosófica y espiritual compleja. Según ellos, convierte una doctrina profunda en un producto “rápido” de autoayuda espiritual para Occidente. Sus defensores argumentan que su fuerza reside precisamente en hacer accesible una enseñanza que de otro modo sería incomprensible para muchos.

Cuestionamientos a Monte Sahaja

Exmiembros de la comunidad han denunciado dinámicas de control psicológico y exceso de devoción al maestro. Algunos lo han descrito como un entorno sectario donde la figura de Mooji ocupa un lugar central e incuestionable. La organización rechaza estas acusaciones, insistiendo en que Monte Sahaja es un espacio libre y abierto al despertar espiritual.

El debate sobre el carácter de su comunidad sigue vigente, y refleja la tensión habitual en movimientos espirituales donde la devoción hacia el maestro puede convertirse en dependencia.

La devoción como doble filo

El estilo afectuoso y cercano de Mooji refuerza la conexión emocional con sus seguidores, pero también alimenta la posibilidad de idolatría. Sus críticos alertan de que, aunque predica la libertad interior, en la práctica sus discípulos tienden a depender de su figura como guía suprema.

Mooji frente a otros maestros contemporáneos

En comparación con figuras como Eckhart Tolle o Thich Nhat Hanh, Mooji representa una espiritualidad más ligada a la tradición advaita clásica. Mientras Tolle habla en términos psicológicos de “presencia” y Thich Nhat Hanh combina mindfulness con budismo zen, Mooji enfatiza la autoindagación directa y la disolución del ego.

Su conexión con Papaji y, por extensión, con Ramana Maharshi lo sitúa en una línea de continuidad con maestros indios del siglo XX, aunque adaptada a las necesidades de buscadores occidentales.

El impacto de Mooji en la espiritualidad occidental

El fenómeno Mooji revela cómo la no-dualidad se ha convertido en una de las corrientes espirituales más influyentes en Occidente en las últimas décadas. Su lenguaje sencillo, su tono afectuoso y la accesibilidad de sus satsangs han hecho que miles de personas experimenten la autoindagación como una práctica real y transformadora.

Para muchos, escuchar a Mooji significa descubrir que el despertar espiritual no está reservado a monjes o yoguis, sino que es posible en la vida cotidiana. Sin embargo, la facilidad del mensaje también genera el riesgo de trivializar una tradición profunda y milenaria.

Mooji y el desafío del discernimiento

El caso de Mooji plantea un dilema recurrente en la espiritualidad contemporánea: ¿cómo distinguir la enseñanza genuina de la idealización del maestro? Sus satsangs pueden abrir experiencias profundas de silencio y paz, pero la organización alrededor de su figura suscita interrogantes.

Este dilema no es exclusivo de Mooji. También lo vivieron movimientos en torno a Osho, Sai Baba o incluso maestros budistas modernos. El reto consiste en recibir la enseñanza sin perder el espíritu crítico, en inspirarse en el maestro sin entregar el discernimiento personal.

Una voz viva de la no-dualidad

Más allá de las críticas, Mooji ha tenido un impacto innegable en la difusión del advaita vedānta. Su insistencia en que “ya somos lo que buscamos” resuena en una sociedad marcada por la ansiedad y la búsqueda de identidad. Sus palabras invitan a volver al silencio, a reconocer el Ser y a descubrir que la libertad espiritual no es un objetivo futuro, sino una realidad presente.

Explorar la figura de Mooji significa asomarse al poder transformador de la no-dualidad y al mismo tiempo a los riesgos de la devoción. En ese cruce entre inspiración y crítica se juega el verdadero valor de su legado para el siglo XXI.

Fuentes:
https://www.theguardian.com/world/2019/apr/16/mooji-yoga-spiritual-guru-claims
https://mooji.org

Mira también:Thich Nhat Hanh

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