¿Cómo saber si tu hijo tiene ansiedad?

Hábitos compulsivos como mordisquearse las mejillas y el chirriar de las piezas dentales son algunos de los comportamientos que pueden surgir por causa de la tensión y mostrar señales de estrés y ansiedad en los niños.
Durante estos meses, en los que la situación de pandemia ha generado incertidumbre y estrés a muchas personas, los niños igualmente han estado inmersos en momentos de cambios y de inseguridad, según un comunicado del colegio de odontología de Tenerife, en el que señalan que el regreso al colegio igualmente puede causar un nerviosismo aún peor.
En todo caso, el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife recomienda a los padres que estén atentos a algunos síntomas que pueden mostrar que los pequeños están sintiendo tensión o estrés y que pueden resentir su higiene bucodental, como chuparse el dedo de forma continua o mordisquearse las mejillas. Por otra parte, los niños pueden, de forma inconsciente, chirriar los dientes, tanto durante el día como mientras están dormidos.
El dentista puede detectar en las revisiones habituales síntomas de estrés en las piezas dentales de los niños al percibir, por ejemplo, áreas desgastadas en los dientes o inflamación de las encías.
Al chirriar los dientes las piezas pueden sufrir un desgaste considerable, por otra parte puede derivar en dolores musculares y problemas en una correcta apertura y cierre de la boca.
Cuando esta patología, denominada bruxismo, afecta a los primeros dientes (los de leche), al tener estas piezas una cantidad muy pequeña de esmalte, los daños pueden ser más visibles y los pequeños tendrán más posibilidades de sufrir caries o sensibilidad dental.
Por otra parte, los altos niveles de la hormona cortisol que se generan con el estrés pueden ocasionar igualmente sequedad en la boca y , al disminuir la cantidad de saliva, los dientes estarán igualmente más expuestos a sufrir la caries.
Otras consecuencias del estrés en la higiene dental, tanto en niños como en adultos, es la aparición de aftas o llagas, o incluso llegar a niveles extremos como la periodontitis 0 piorrea.
Por todo ello, el Colegio de Dentistas de la provincia tinerfeña recomienda a los adultos que lleven a los niños y jóvenes a las revisiones habituales y que acudan al profesional en el caso de que detecten que están rechinando los dientes de forma frecuente o sufriendo alguno de estos síntomas relacionados con el estrés en su boca.
¿Por qué se produce la ansiedad en los niños?
Al igual que los adultos, los niños y jóvenes se sienten preocupados y ansiosos con frecuencia. Los niños pueden sentirse ansiosos por diferentes cosas a diferentes edades. Muchas de estas preocupaciones son una parte normal del crecimiento.
Desde los 6 meses hasta los 3 años de edad es muy común que los niños pequeños tengan ansiedad por la separación. Pueden volverse pegajosos y llorar cuando se separan de sus padres o cuidadores. Esta es una etapa normal en el desarrollo de un niño y debe detenerse alrededor de los 2 o 3 años de edad.
También es común que los niños en edad preescolar desarrollen miedos o fobias específicas. Los miedos comunes en la primera infancia incluyen los animales, los insectos, las tormentas, las alturas, el agua, la sangre y la oscuridad. Estos miedos suelen desaparecer gradualmente por sí solos.
También puede haber otros momentos en la vida de un niño en los que se sienta ansioso. Por ejemplo, muchos niños se sienten ansiosos cuando van a una nueva escuela o antes de las pruebas y los exámenes. Algunos niños se sienten tímidos en situaciones sociales y pueden necesitar apoyo con esto.
¿Cuándo es la ansiedad un problema para los niños?
La ansiedad se convierte en un problema para los niños cuando comienza a interferir en su vida cotidiana.
Si vas a cualquier escuela a la hora de los exámenes, todos los niños estarán ansiosos, pero algunos pueden estar tan ansiosos que no logran llegar a la escuela esa mañana.
Una ansiedad severa como esta puede dañar el bienestar mental y emocional de los niños, afectando su autoestima y confianza. Pueden volverse retraídos y hacer grandes esfuerzos para evitar cosas o situaciones que los hagan sentir ansiosos.
¿Cuáles son los signos de ansiedad en los niños?
Cuando los niños pequeños se sienten ansiosos, no siempre pueden entender o expresar lo que sienten. Usted puede notar que ellos:
- Se vuelven más irritables, lloran más y no se quieren separar
- Tienen dificultades para dormir
- Despertar en la noche...
- Mojar la cama
- Tener pesadillas
En los niños más grandes se puede notar que ellos:
- Carecen de confianza para probar cosas nuevas o parecen incapaces de afrontar retos simples y cotidianos
- Le cuesta concentrarse
- Tienen problemas para dormir o comer
- Tienen arrebatos de ira
- Tener muchos pensamientos negativos, o seguir pensando que van a pasar cosas malas
- Empezar a evitar las actividades cotidianas, como ver a los amigos, salir en público o ir a la escuela
¿Por qué está ansioso mi hijo?
Algunos niños son más propensos a tener preocupaciones y ansiedad que otros.
A menudo los niños encuentran difícil el cambio y pueden ponerse ansiosos después de una mudanza de casa o cuando empiezan una nueva escuela.
Los niños que han tenido una experiencia angustiosa o traumática, como un accidente automovilístico o un incendio en una casa, pueden sufrir de ansiedad después, al desarrollar un estrés post-traumático
Las discusiones y conflictos familiares también pueden hacer que los niños se sientan inseguros y ansiosos.
Los adolescentes son más propensos a sufrir de ansiedad social que otros grupos de edad, evitando las reuniones sociales o poniendo excusas para salir de ellas.
Cómo ayudar a un niño ansioso
Si un niño experimenta ansiedad, hay cosas que los padres y cuidadores pueden hacer para ayudar.
En primer lugar, es importante hablar con el niño sobre su ansiedad o sus preocupaciones. Tranquilízalo y muéstrale que entiendes cómo se siente.
Si tu hijo tiene la edad suficiente, puede ser útil explicarle qué es la ansiedad y los efectos físicos que tiene en nuestro cuerpo. Puede ser útil describir la ansiedad como una onda que se acumula y luego vuelve a desaparecer.
Además de hablar con tu hijo sobre sus preocupaciones y su ansiedad, es importante ayudarle a encontrar soluciones.
Por ejemplo, si a tu hijo le preocupa ir a una fiesta de pijamas, es natural que quieras decirle que no vaya. Sin embargo, esto podría significar que tu hijo siente que su ansiedad le impedirá hacer las cosas que le gustaría hacer.
Es mejor reconocer su ansiedad y sugerirle soluciones para ayudarle, para que pueda ir a la fiesta de pijamas con un plan establecido.
Otras formas de aliviar la ansiedad de los niños
- Enseña a tu hijo a reconocer los signos de ansiedad en sí mismo
- Anima a tu hijo a controlar su ansiedad y a pedir ayuda cuando la necesite
- Los niños de todas las edades encuentran las rutinas tranquilizadoras, así que trata de seguir las rutinas diarias regulares cuando sea posible
- Si tu hijo está ansioso por acontecimientos angustiosos, como un duelo o una separación, busca libros o películas que le ayuden a comprender sus sentimientos
- Si sabes que se avecina un cambio, como una mudanza de casa, prepara a tu hijo hablándole de lo que va a pasar y por qué...
- Trata de no volverte sobreprotector o ansioso.
- Practica con tu hijo técnicas simples de relajación, como tomar 3 respiraciones profundas y lentas, inspirar para contar hasta 3 y salir para 3.
- La distracción puede ser útil para los niños pequeños. Por ejemplo, si están ansiosos por ir a la guardería, juega con ellos por el camino, como ver quién puede detectar más coches rojos,
convertir una caja de pañuelos vacía en una caja de "preocupación". Haz que tu hijo escriba o dibuje sus preocupaciones y "colócalas" en la caja. Luego podéis clasificar la caja juntos al final del día o de la semana.
Fuentes:
https://www.nhs.uk/conditions/stress-anxiety-depression/anxiety-in-children/
https://www.nhs.uk/conditions/anxiety-disorders-in-children/#symptoms-of-anxiety-in-children
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