El mindfulness en el momento presente

momento presente

Cuando tienes una conversación con otra persona, estás recibiendo el regalo más valioso del mundo: su tiempo, su momento presente. Un tiempo que no se puede recuperar y que te está regalando. Por ello es importante que valoremos lo esencial que es este concepto.

Muchas veces nuestra mente nos hace divagar y no estamos honrando el momento presente. Todo ese tiempo se va… el tiempo de la otra persona también… entonces ¿Cómo puedes recuperarlo? Es imposible. Para ello es muy valioso el siguiente ejercicio de meditación. A partir de ahora, intentaré estar 100% presente con cada persona que converse. No existe mayor honra ni mayor regalo que este. A veces, la otra persona siente ese estar aquí y ahora, y se siente totalmente cómoda. Daniel J. Siegel, médico psiquiatra e impulsor del mindfulness, explica en su libro que en una consulta médica es esencial estar presente con el paciente. Hasta tal punto que logra advertir ciertos detalles que ni siquiera el paciente lo sabía.

estoicismoEl Estoicismo y el Mindfulness

Con los más pequeños ocurre lo mismo. Es dificil en un mundo como el actual, pararse a sentir a un bebé o a un niño pequeño. Es más fácil darle una tablet o ponerlo delante de la televisión para que se entretenga y sea propenso a problemas posteriores. No. Hay que entregarse, respirar, sentir y acariciar. El niño lo sentirá, su cerebro lo almacenará en su parte más primitiva y posteriormente, cuando sea mayor, tendrá más seguridad en si mismo. Los bebes y los niños pequeños son esponjas que pueden sentir perfectamente cuando alguien se encuentra en el momento presente. Por ellos es importante el ejercicio antes mencionado. Entregarse, respirar, sentir y acariciar. No existe nada más bonito en este mundo.

Si los animales viven en el momento presente ¿Por qué nosotros no?

Para los animales no existe pasado ni futuro, solo existe ahora. Y disfrutan del momento presente. ¿Acaso no eres tú más inteligente? Y por supuesto, debes honrarte también a ti mismo. Debes escucharte y saber qué tal va por ahí dentro. Para ello nada mejor que sentarte en una habitación silenciosa y entrar en el momento presente. Romper todas esas capas que impiden ver tu interior y refugiarte ahí. Ir hundiendo hasta llegar al centro de ti. Cuando has llegado, estás en casa. En ese momento, la compasión surge, hacia tí y hacia todos los seres vivos. Cuanto más tiempo pasas en ese momento, más cambiará tu vida. Mas te querrás y más querrás a los demás. Así estás honrando la vida que tienes, la cual no sabes por qué te ha llegado, pero para que existas millones de personas tuvieron que sobrevivir hasta llegar a ti. ¿Acaso no debes tú honrar todo ese esfuerzo? Vive, vive el presente y siéntelo. Tú y los demás lo agradecerán. Porque, si pierdes todo ese tiempo de tu vida… ¿A qué ventanilla irás a quejarte?

Entrada anterior
Charla de un monje a una moribunda – Ajahn Chah
Entrada siguiente
Stephen Hawking, un modelo de superación.

1 comentario. Dejar nuevo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.