7 recordatorios de autocompasión para padres

autocompasión

Cuando tu hijo está pasando por un momento difícil, puede ser frustrante, confuso e incluso agotador. Una forma de ayudar tanto a los padres como a los hijos es practicando la bondad con uno mismo y cimentando el conocimiento de que no estás solo.

Puede ser frustrante, confuso e incluso agotador cuando tu hijo está pasando por un momento difícil. Como padres que lidiamos con una variedad de nuestras propias emociones, generalmente tenemos pocas salidas y poco tiempo para obtener apoyo.

Hábitos inconscientes profundamente arraigados

Primero, déjame ser claro. No estoy compartiendo desde la perspectiva de un padre que lo hace todo bien, sino como alguien que ha continuado aprendiendo a lo largo del camino. Espero poder ofrecer, aunque sea una conclusión que pueda resultarte útil y reconozco plenamente que la retrospectiva está de mi lado.

Y seamos honestos, en este momento, y tal vez incluso siempre, todos los niños están luchando de alguna manera. Siempre habrá dificultades, estrés u otros problemas. Por lo tanto, este artículo es para todos los que amamos y cuidamos a los niños de cualquier edad. Lo que ofrezco aquí son solo algunas perlas y un poco de aliento en el camino.

7 recordatorios de autocompasión para padres de niños con dificultades

1) La crianza no es perfecta

¿Podemos dejar de lado la necesidad de ser perfectos aunque sea por un momento? Recuerda que lo que hay en las redes sociales no es la imagen completa y, a menudo, ni siquiera se acerca a la imagen precisa. Nadie lo está haciendo «bien». Todos somos simplemente seres humanos aprendiendo, creciendo y haciendo nuestro mejor esfuerzo. Permítete cometer errores y luego observa cómo te tratas a ti mismo cuando lo haces. Aquí es donde las grandes dosis de autocompasión son un verdadero regalo que nos lleva alpróximo recordatorio …

2) Mantente con bondad

El mensaje subyacente en cualquiera de estas sugerencias es tomar las cosas de manera simple con gran amabilidad para ti mismo.

Una pregunta que me hago a menudo es: «¿Puedo ser amable conmigo mismo, este ser humano perfectamente imperfecto en medio de este momento?» o simplemente, «¿Puedo sostener esto con amabilidad?» A veces, una mano suave en el corazón puede ser un recordatorio de apoyo para ofrecernos un poco de compasión.

3) No estás solo

Recuerda que todos los padres pasan por momentos difíciles. En verdad, esto es solo una parte de la descripción del trabajo de los padres. Cuando podemos sentir este tipo de conexión con otros que también enfrentan luchas y frustraciones con sus hijos, puede disminuir el aislamiento, sin mencionar la vergüenza y la culpa que frecuentemente son parte de este territorio. A menudo, no es hasta que hemos sido honestos acerca de las dificultades de nuestro hijo cuando otras personas comparten sus propios sentimientos y experiencias desde un lugar más auténtico. Podemos encontrar verdadero apoyo y la sensación de ser sostenidos por otros que comprenden.

4) Empezar de nuevo

Al igual que en la práctica de la meditación formal, podemos empezar de nuevo. Si has sentido que no eras tan hábil como te gustaría, ciertamente haz las paces, admite si perdiste los estribos o tomaste una decisión inútil, y luego… comienza de nuevo. Despierta cada día, tal vez incluso a cada momento, con el entendimiento de que esta es una nueva oportunidad y trata de presentarte a la relación con nuevos ojos y una nueva presencia.

5) Detente y respira

Una pequeña pausa puede ayudarnos a empezar de nuevo. Simplemente detenerse y respirar conscientemente una vez antes de responder puede marcar una gran diferencia. Recuerdo hace mucho tiempo cuando alguien me recordó que la mayoría de las cosas no requieren una respuesta inmediata, al contrario de lo que nuestra sociedad acelerada podría hacernos creer. Por supuesto, si tu hijo se encuentra en peligro, entonces sí, responde rápido, pero por lo general, tú y tus seres queridos os beneficiareis si os detenéis y tomáis un respiro. Date tiempo para calmar tu sistema nervioso y no reaccionar mecánicamente, cultiva un poco más la “elección”. Hacer una pausa nos ayuda a comprobar si nos sentimos motivados y apoya la flexibilidad emocional y cognitiva.

6) Se amable con tus preocupaciones

La preocupación puede ser una emoción poderosa y tiene sentido que a menudo nos relacionemos con nuestros hijos desde un contexto de preocupación o incluso de miedo. Y sin embargo, ¿Cómo sería relacionarse y responder desde el amor? Cuando la preocupación está presente, ¿puedes aprovechar el amor que hay debajo de ella, ese deseo de que tu hijo esté feliz y se sienta bien? Reflexionar a diario sobre lo que amas de tu hijo es una forma poderosa de dejar atrás la preocupación y reflejar tu bondad. Cuando hagas «crianza desde el miedo» repasa este artículo, te ayudará a salir de ese contexto negativo. Eres humano y es totalmente natural preocuparse por tus seres queridos y, por favor, sé amable contigo mismo.

7) Ámate y cuida de ti mismo

Seamos honestos, si tu hijo está pasando por un momento difícil, tú también estás sufriendo y necesitas cuidarte de ti mismo, no solo a tu hijo. ¿Cómo se ve eso, cuidarse a sí mismo, especialmente si sientes que no tienes ni un minuto libre? Puedes tomarte un tiempo para estar con todos los sentimientos, aunque solo sea por unos minutos, o tal vez practicar hablar contigo mismo como lo harías con un amigo, con amabilidad, cuidado y calidez. Un momento de felicidad podría ser contemplar una hermosa puesta de sol, saborear el primer sorbo de té o café, acariciar a tu perro, hablar con un amigo, cantar una canción o bailar en casa mientras hace las tareas del hogar… y existen innumerables otras pequeñas formas podemos ser amables con nosotros mismos. Haz una lista de los que puedes incluir fácilmente en tu día, así como crear tiempo para aquellos momentos que puedan requerir un poco de planificación y tiempo.

Conclusión

Al final, está bien caer en el sofá y con tanta amabilidad como puedas, simplemente decirte a ti mismo: «Esto es difícil, y estoy aquí para ti». Un toque de atención plena y autocompasión. Cuando las cosas se ponen difíciles, sin importar cómo te veas en tu vida, ser amable contigo mismo es siempre un buen lugar para comenzar.

 

Entrada anterior
7 trucos de escritura consciente
Entrada siguiente
El ave Fénix y resurgir de nuestras cenizas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.